Peyoteando en el inframundo con el Profeta del Nopal
El calor recorría el cuerpo del Nopalzint, después de la tremenda inundación en la que casi tiene que salir a flote de las torrenciales lluvias del Dios Tláloc, recordaba en el reciente capitulo, ahora sentía como sudaba, le perlaba la frente y el rostro cual si estuviera en el comal de las carnitas estilo Michoacán…