Danzón dedicado a un caliente pachuco siniestrado expulsado del paraíso
En el cielo las aves de rapiña volaban en círculo, el Juan Barrancas tendido en el suelo pensaba que era una alucinación, pero la realidad era que estaba en una postración que nunca le había ocurrido a lo largo de su perra vida. El calor era sofocante y los rayos ultravioletas lo rostizaban a fuego…