¡ERES UN CABRÓN!
Norberto Hernández Calmados, calmados, no es una expresión mía ni es pobreza de lenguaje. Es un recurso frecuente del castellano practicado por doña Xóchitl cada que las ideas no le fluyen, se le apaga el teleprompter o se le olvida el guion. Para variar, fue en un evento con militantes y dirigentes del PRI…