Rubén Rocha Moya sabe más de la cuenta.
El gobernador de Sinaloa debe ser citado a declarar, luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), fue asesinado en un sitio distinto a donde la fiscalía estatal señalaba -una camioneta, en una gasolinera-, como declaró Ismael El Mayo Zambada.
Además, asegura en un comunicado, El Mayo sí habría sido secuestrado, torturado y llevado a Estados Unidos en un avión privado por Joaquín Guzmán López, uno de los hijos apodados Los Chapitos, de Joaquín El Chapo Guzmán.
La FGR, del desaparecido Alejandro Gertz Manero, también encontró la pista de donde despegó la aeronave hacia el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, a unas millas de El Paso, Texas.
Cuén Ojeda presentaba disparos en las piernas y un fuerte golpe en la cabeza, mientras en el video de la gasolinera presentado, sólo se escucha un disparo.
¿Y qué cree?
Que conseguirá orden de aprehensión contra el hijo del Chapo por secuestro y traición a la patria, este último delito imputable a un mexicano que entrega sin orden judicial a otro mexicano a autoridades extranjeras.
Y seguramente ha de estar muy preocupado.
“Se localizó el inmueble donde se llevaron a cabo los probables delitos de privación ilegal de la libertad, homicidios, lesiones y actos vinculados con desaparición forzada, en los cuales está vinculada la agresión que llevó a la muerte a Héctor “N” (Melesio Cuén).
“La información sobre lo ocurrido en una gasolinera en Culiacán no es aceptable, ni cuenta con los elementos de prueba que permitan tomarla en cuenta, en la forma en que fue planteada”, añade la fiscalía federal en el boletín.
La FGR del fiscal invisible –nadie lo ve- aseguró el rancho donde fueron citados -según El Mayo– y también fueron identificados los vehículos utilizados para secuestrar al capo, hoy preso en Estados Unidos.
También fueron ubicados los vehículos que se utilizaron en los hechos.
Esta es la segunda ocasión que la FGR tira la versión de la fiscalía estatal.
La primera vez, cuando decidió atraer el caso, Bruna Quiñónez Estrada, la titular, fue obligada a renunciar por Rocha Moya, aunque éste, farsante, lo negó.
-Segura de que se hicieron las cosas bien durante mi gestión y para no entrar en controversias que puedan afectar carpeta de investigación alguna me retiro del cargo, publicó en X.
Rocha Moya miente
El gobernador de Sinaloa es acusado por El Mayo Zambada de estar convocado a una reunión con él y con Cuén Ojeda, pero asegura que no estaba ese día -25 de julio y no sólo en Sinaloa, sino en el país- y que viajó a Los Ángeles, California.
Y efectivamente, no se encontraba y viajó en un avión privado, junto a su hijo… que le prestaron.
¿Quién?
El empresario y político Jesús Vizcarra Calderón -dueño de SuKarne– lo facilitó, porque “es amigo de la familia del gobernador desde hace 28 años”.
Pero Andrés Manuel López Obrador les prohibió utilizar vuelos de ese tipo, por ser fifís y porque deben predicar con el ejemplo. Los aviones privados no pueden ser usados por los integrantes de su secta, de su grupo llamado Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y la Cuarta Transformación.
Deben viajar, de ser posible, a pie, en bicicleta o en un austero Tsuru blanco.
Rocha Moya ha sido vinculado, como la mayoría de los políticos y directivos de la UAS al narcotráfico.
Y es muy simple: en Sinaloa nada se mueve sin la autorización del narcotráfico.
Vámonos: Martí Batres, al ISSSTE.
¿Premio o castigo?
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex