Por 101 votos a favor, y uno en contra, el Senado aprobó reformas a la Ley de Instituciones de Crédito y el Código civil para que los menores a partir de los 15 años y hasta los 17 años puedan abrir cuentas bancarias y disponer de los recursos depositados en ellas sin autorización de padres o tutores.
Sin embargo, los senadores le colocaron varios “candados” para impedir la intervención del crimen organizado o lavado de dinero.