Aunque tarde, Claudia Sheinbaum Pardo se ha puesto las pilas.
La jefa de gobierno capitalino va de la mano con Andrés Manuel López Obrador, su jefe y protector, pero ha marcado una diferencia con Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud.
Y pese a que lo niega, es evidente que existen diferencias entre ambos gobiernos.
Tres meses después del inicio de la pandemia y de ser el primer lugar en muertes y contagios, el gobierno capitalino saldrá a la caza del Covid-19, mientras el subsecretario insiste en que no sirve de nada hacer pruebas a estas alturas -a ninguna, de hecho, así lo ha reiterado-, porque los contagios actualmente son masivos.
Y vaya que lo son.
Ayer se reportaron 708 muertes -acumuladas, de ayer, de antier o del mes pasado- y 4 mil 883 casos a nivel nacional.
Y López-Gatell reconoció que la proyección en el Valle de México quedó rebasada.
– Llevamos cerca de 16 18 días sin modificación, dijo.
-No está teniendo un patrón ascendente, pero tampoco descendente, como lo había tenido.
Y en Cancún, Quintana Roo; Culiacán, Sinaloa, también se superaron las proyecciones.
El plan prevé cinco acciones:
Información casa por casa, con cinco mil brigadistas de Salud en tu casa
Fortalecimiento del sistema Locatel/SMS, con 2 mil personas haciendo rastreos telefónicos.
Ampliación de pruebas de laboratorio casi al trescientos por ciento en los 117 centros de salud, para detectar casos, incluso de asintomáticos y no graves y seguimiento de contactos.
Entrega de kit médico Covid-19
Apoyo alimentario.
Hasta la oxigenación se medirá en los centros de salud.
Oliva López Arellano, secretaria de Salud, fue contundente:
-Las epidemias se deben contener en áreas hospitalarias, una parte del éxito de su mitigación tiene que ver con el trabajo en territorio y la solidaridad de todos.
La estrategia no es fácil, pero parece inteligente y adecuada.
Y aunque, insisto, también parece tardía es peor sólo observar y que se contagien los que se tengan que contagiar.
Y que se mueran los que se tengan que morir.
Así como ha sido a nivel federal.
Y así como se han superado y se superarán todos los días las cifras lúgubres que podrían haberse evitado si se hubiera contenido desde el principio y se hubieran instalado filtros en fronteras y puertos de llegada marítima, terrestre y aérea.
Pero no se hizo.
López-Gatell hasta decía que si había un caso en una escuela no servía de nada atenderlo, sino hasta que fuesen diez.
O el tema del tapabocas.
Insistía e insiste en que no sirve de nada.
Anoche, lo reiteró:
-Por semanas, quizá meses, ha persistido una idea que es importante verla de manera más técnica.
La idea es el número de pruebas.
Y no son fundamentadas.
No es que entre más le sube uno al número de pruebas, mejor es el control.
Y por eso el gabinete de Andrés Manuel no lo utiliza.
Es tan absurdo, que raya en la obstinación.
López Obrador no quiere que le tomen una fotografía con cubrebocas.
Es, para él, como una ofensa.
Y sus subordinados lo siguen.
Por eso han dado positivo Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública; Zoé Robledo, director del IMSS; y Ricardo Sheffield, de Profeco.
Porque llegan a Palacio Nacional con tapabocas, pero a la hora de la conferencia se la quitan.
Como si fueran de otro mundo, con inmunidad.
Y por ahí López-Gatell que, contradictorio y después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido en el uso de la protección, dice que debe usarse, ahora sí, aunque insiste en que su eficacia es casi nula.
Y hasta ha mostrado cómo se coloca.
El gobierno capitalino parece dispuesto a enfrentar la epidemia y evitar más contagios.
Por ahora, el semáforo continúa en rojo y es prácticamente imposible pasar a naranja.
Ni soñando.
Ni estando bien con la conciencia.
Ni no mintiendo, no robando y no traicionando.
Desaparecer IFT, Cofece y CRE
Ricardo Monreal sacudió ayer al respetable.
Plantea fusionar el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Que se ahorrarán 500 millones de pesos.
¿Será?
Partido Liberal y Partido Conservador
Andrés Manuel perfiló ayer un sistema bipartidista en México:
Liberales y Conservadores.
Si de todos modos se unen, dice.
Se refiere al BOA (Bloque Opositor Amplio) que, la neta, no tiene absolutamente nada de ilegal ni de complot.
Así es la democracia y la política hedionda: se unen el agua y el aceite para ganar.
Así lo ha hecho Morena.
Así lo hicieron y hacen el PRI, el PAN, PRD y, no se diga, Movimiento Ciudadano y el extinto Encuentro Social -que regresará con bendición desde Palacio-, y el Verde, que ni es partido, ni es verde y, mucho menos, ecologista.
Vámonos: Algo turbio existe en Ecatepec. Y es territorio Morena.
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