Acabar con la corrupción e implantar una austeridad republicana al grado de la pobreza franciscana ha sido el objetivo y el discurso de Andrés Manuel López Obrador la Cuarta Transformación.
Pero recientemente no se ha cumplido.
Cuando menos en el tema pobreza y sencillez.
No tener más de un par de zapatos, como ha dicho Andrés Manuel.
El más reciente caso lo encabeza Marcelo Ebrard Casaubon.
El Carnal del mero preciso desde sus épocas de priístas rebeldes y revolucionarios, allá por la década del noventa, se metió en aprietos el 15 de junio cuando se llevó a cabo una llamada teléfonica con el premier de Canadá, Justin Trudeadu.
Ahí mero, el canciller y futuro candidato presidencial, trató de esconder un relojito Rolex, que, ya usado como está, debe rondar mínimo unos 100 mil pesos en los pasillos de los edificio de Monte de Piedad, su territorio.
No es la primera ocasión que al joven Ebrard lo pescan con una molleja de esas que sólo usan los billetudos.
¿Por qué será que todos son iguales?
¿Qué tiene un Rolex, un Patek Phillipe, un Audemars Piguet, un Cartier o ya, de perdis, un Tag Heuer?
¿Por qué no utilizar un Casio o un Swiss Army?
Antes fue Tatiana Clouthier, ex integrante del PAN, coordinadora de campaña de Andrés Manuel y hoy diputada.
Ella también apareció con un Rolex allá por 2018, cuando esto apenas comenzaba.
Entonces, y ahora, ha dicho que fue un regalo de su esposo cuando nació su segundo hijo y que, como tal, ni idea tiene de cuánto cuesta, porque lo importante es el valor sentimental.
También está en la lista Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, que se pasea con un Santos de Cartier, de esos que ya están choteados entre los socialités y que suelen utilizar aquellos que han dado el brinco social en los criterios que utiliza el Inegi y el Coneval para medir la pobreza y que, le puedo asegurar, no son quienes votaron por Morena en 2018.
Además de los wachos, está el tema de las propiedades.
De las casitas que suelen también gustar a los políticos. También a los honestos.
Manuel Bartlett y sus 28 inmuebles -sí, leyó bien- que ha acumulado a lo largo de 50 años de función pública y de ahorrar y ahorrar.
El dice que la mayoría, si no es que todos, son de sus hijos y de su pareja, que no concubina, Julia Abdalá, y que se han adquirido con esfuerzo, sacrificio y harto ahorro.
En la lista aparece la misma Irma Eréndira y su esposo, John Ackerman, a quien el joven Carlos Loret señala como propietarios de al menos cinco casas, predios, inmuebles.
Dice el columnista que las cinco fueron adquiridas en un lapso de nueve años y que significan 60 millones de pesos.
Ackerman exigía -siempre hay un tuit- cuando se conoció la Casa Blanca de Peña y Rivera, que todo el gabinete mostrara su declaración.
Hoy, dice que no tienen obligación de hacerlo.
Su esposa, por supuesto que está obligada, por ley.
Hasta sicarios llamó la secretaria -en evidente referencia a Loret- a quienes manchan su nombre.
Sencillo: que abra sus bienes y se acabó la historia.
De cualquier forma, tener más de una casa va contra la sugerencia presidencial de no tener más de un par de zapatos.
Y ahí está Yeidckol Polevnsky, empresaria, cierto, pero también acusada acaso no de comprar casas y ocultarlas, pero sí de manejar el billete de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a su antojo.
Debe recordar la señora, que el dinero no es suyo ni del partido. Son recursos públicos que están obligados a manejar con transparencia.
Y se dice perseguida: pues que muestre las cuentas y los documentos.
Sencillo.
El equipo de Andrés Manuel, sus subordinados, han puesto en entredicho el discurso, el plan.
La corrupción parece no haberse desterrado.
No aún.
México alcanzará a España y a Italia
México va tras España e Italia.
En número de muertos por coronavirus.
Anoche se informó que son 22 mil 854.
23 mil, pues.
Y al ritmo que va el país, promediando 700 diarios, en diez días estará en 30 mil.
Italia suma 34 mil actualmente.
España 28 mil 324.
Hugo López-Gatell lo reiteró ayer.
Desde el principio la estrategia era sólo administrar la demanda de atención, para que los hospitales no fueran rebasados.
Es mejor una epidemia lenta que una explosiva
La estrategia tuvo desde el principio objetivos muy claros que
Como la estrategia de respuesta tuvo muy claro desde el inicio y lo sigue teniendo cómo
-La estrategia de respuesta a esta epidemia de COVID-19 en México tuvo muy claro desde el inicio y lo sigue teniendo que uno de los objetivos fundamentales es que las personas reciban atención médica y que nadie por falta de una cama, por falta de personal salud especializado, por falta de un ventilador cuando lo requiere pueda sufrir un daño, dijo.
-Es mejor tener una epidemia lenta que una epidemia explosiva y en vez de haber tenido ocho mil o nueve mil casos en un mismo día requiriendo una intubación y ventilación mecánica no pasamos de dos mil aproximadamente.
La epidemia se irá hasta octubre.
Vámonos: Guanajuato era ya una situación incontrolable.
Así lo asegura Andrés Manuel López Obrador.
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