CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Margara trabajaba como cajera en una sucursal de Banco Azteca en Guadalajara, Jalisco, cuando inició la cuarentena por la pandemia del COVID-19, ella pidió permiso en su trabajo porque temía contagiarse y que sus hijos se enfermaran, pero el gerente le negó el permiso, dos meses después murió a causa del coronavirus.
Esta historia fue compartida por la escritora Sabina Berman en su columna en el periódico El Universal, luego de que Ricardo Salinas Pliego llamara malagradecida a una empleada que le reclamó su despido durante la emergencia sanitaria.
El gerente de la tienda amenazó a Margara para que no faltara porque si lo hacía, la iba a acusar por abandono de trabajo. A ella no le quedó de otra que encargar a sus hijos con su madre e ir por ellos en la noche.
Después de dos meses, su madre enfermó de COVID-19 y dos semanas después Margara también se contagió, ambas fueron hospitalizadas en una clínica del IMSS y murieron.
El hermano de Margara y su esposa también enfermaron, pero se recuperaron y hoy se tienen que hacer cargo de los dos niños que quedaron huérfanos.
Sabina Berman detalló que hay información que en la misma sucursal se registraron varios fallecimientos por COVID-19 .