Florencia Serranía Soto está desaparecida desde hace más de diez días.
Mejor dicho: está oculta, lejos de los reflectores y de la prensa que hostiga y molesta.
La directora del Sistema de Transporte Colectivo (Metro) está agazapada, luego del derrumbe de la Línea 12 del Metro, en el que murieron 26 personas, incluido un niño de doce años, en mayo.
La funcionaria es protegida de Andrés Manuel López Obrador, quien la impuso a la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo, en el cargo, al comenzar su sexenio en 2018.
Es su comis.
La empresaria -así aparece en Linkedin- ingeniera mecánica egresada de la UNAM, ha sido, hasta ahora, intocable, inamovible.
Anoche, Sheinbaum Pardo, su amiga y jefa, anunció cambios en los mandos del Metro, pero no confirmó ni desmintió la salida de Serranía Mendoza y sólo dijo que será la próxima semana cuando se den a conocer.
Siempre ha dicho que no renunciará.
En otro momento, en otras circunstancias, Serranía Soto ya estaría fuera.
Habría sido despedida o habría renunciado ‘por motivos de salud o personales o por haber cumplido un ciclo y estar agradecida y orgullosa de su trabajo’.
Mes y medio después de la tragedia -incidente, según Sheinbaum -la funcionaria, que ha sido cubierta por el manto protector que extiende desde Palacio Nacional hasta la sede del gobierno capitalino, justo a un lado – continúa al frente del Metro, porque, como dijo cuando se incendió la estación Puesto Central de Control (PCC) de Trenes del Metro de la Ciudad allá por enero de este año:
-Yo sólo soy la directora del Metro.
Por los recursos de los estados
Andrés Manuel López Obrador va, ahora, por los recursos de los estados.
Ayer anunció que propondrá el pago de los programas sociales -becas, pensiones y más -en conjunto con los estados.
Además, la ampliación de la ayuda que se otorga a los niños que sufren alguna discapacidad.
Andrés Manuel plantea que se pague al 50 por ciento entre el gobierno federal, el suyo, y el de las entidades.
Evidentemente esos estados, donde hay o habrá gobernadores de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) o el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aflojarán sin decir ni pío -por cierto ¿Cuándo se sabrá en qué queda la historia del billete que el hermano de Andrés Manuel, Pío López Obrador- recibió durante la campaña y en efectivo?-, porque no se atreverán a oponerse a las órdenes de su protector.
Los estados son libres y soberanos, por lo que manejan sus recursos de acuerdo a la decisión de los gobiernos estatales, no del federal.
López Obrador sabe que el presupuesto federal no le alcanzará en caso de aumentar las pensiones, como ha anunciado, por lo que, ahora, va por los recursos que reciben los estados.
Vámonos: Se acabaron las masacres, las matanzas: 18 muertos en Zacatecas.
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