Que Miguel Angel Osorio Chong no se haya enterado del espionaje con Pegasus en el sexenio de Enrique Peña Nieto explica por qué no fue el candidato presidencial en 2018.
El secretario de Gobernación que pretendió volver a tener el control político y de seguridad en el país, luego de que Felipe Calderón se lo quitara a la dependencia responsable de la inteligencia, no pudo haber ignorado, ser ajeno a la estrategia de vigilancia y escucha.
Personajes incómodos o que ponían en riesgo la seguridad nacional, según la administración en turno, fueron y son el objetivo.
Ese ha sido un estilo de gobernar en los 80 años de PRI y doce de PAN.
Y quien lo niegue, miente.
Osorio Chong soñaba con ser el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde que se unió a Enrique Peña Nieto, con quien entabló una relación de cercanía cuando ambos eran gobernadores de Hidalgo y el Estado de México, respectivamente.
Para ello pretendió emular a Fernando Gutiérrez Barrios, el veracruzano que sí sabía operar y que controlaba desde Bucareli la seguridad y la política.
Pero la segunda fuga de Joaquín El Chapo , el 11 de julio de 2015, dejó en ridículo no sólo al secretario de Gobernación, sino a Peña Nieto.
Aquella fotografía de la procuradora general de la República, Arely Gómez, asomada, incrédula, en la entrada del túnel de 1.5 kilómetros que se construyó desde una casucha en los alrededores del Altiplano, ilustró la imagen, devastada, del gobierno federal.
Esa fuga sepultó las aspiraciones de Osorio Chong, de por sí devaluado y con una relación afectada, casi rota, con Peña Nieto.
Osorio Chong es el responsable del fracaso de ese gobierno en materia de seguridad y hasta política.
Que no venga ahora con la falacia de “yo ni supe”, porque es la salida más fácil.
Fue él quien sugirió acabar con la guerra al narcotráfico y al crimen organizado por decreto y concentrarse en la política, como si los muertos, los enfrentamientos, las batallas que se vivían a diario no existiesen.
Borrar hasta del discurso las palabras levantón, daño colateral, sicario y más.
Para eso se trajo a Oscar Naranjo, el colombiano considerado el Mejor Policía del Mundo, quien participó en el abatimiento de Pablo Escobar Gaviria, en la década del noventa. El sugirió operaciones quirúrgicas, dirigidas, y terminar con los combates diarios, en masa, que provocaban decenas de muertos, incluidos, por supuesto, civiles inocentes.
Y fracasó.
Nadie, ni él, cree que fuese ajeno al espionaje.
Los Maléficos y El Gallo
Santiago Nieto, titular de la UIF y golpeador oficial de la 4T, llámese Andrés Manuel, dice que se halló una lista clasificada como Los Maléficos, en la que el hoy preciso aparece como El Gallo.
Apoyo desde Palacio
Andrés Manuel salió en defensa ayer de Ricardo Gallardo Cardona, gobernador electo de San Luis Potosí, con los colores del Partido Verde.
Y hasta empatía manifestó con el ex integrante del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Todo, después de que Omar Niño, periodista de ese estado e identificado con el PRI y el PAN, cuestionó en la mañanera a Gallardo Cardona, quien en 2015 fue detenido acusado de lavado de dinero y nexos con el crimen.
– La mayoría del pueblo lo eligió y la voluntad popular se debe respetar.
Quienes perdieron la elección insisten en difundir la versión sobre la detención en 2015, dijo López Obrador.
Vámonos: Los del Verde no tienen vergüenza: que no pagaron ellos a los dizque influenciadores para hacer la campaña ilegal.
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