Andrés Manuel López Obrador no estará satisfecho hasta que haya acabado con el Instituto Nacional Electoral (INE) y con el Tribunal Electoral del Pode Judicial de la Federación (Trife, para más fácil).
No los quiere.
Aunque en el caso del Trife lo hayan favorecido en más de una ocasión.
Aunque ambos hayan calificado la elección de 2018, de la que resultó ganador con 31.1 millones de votos.
Aunque José Luis Vargas Valdez, conocido como el magistrado billetes y depuesto presidente del tribunal, le haya favorecido en más de una ocasión con sus votos y decisiones.
Quiere controlar todo.
Así como tiene a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), con Rosario Piedra Ibarra, como tendrá al Banco de México con su incondicional Arturo Herrera, al que regaña y refuta en público y privado cada que quiere, y como doblegó a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) con el informe del sobregasto en la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Por eso ayer volvió a tirarse con todo en contra de ambos.
-No son demócratas.
No respetan la voluntad del pueblo.
No actúan con rectitud.
No aplican que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie.
Tiene que haber un cambio.
No es un asunto personal.
No están a la altura de las circunstancias.
Así resumió en la conferencia de Palacio su sentir en torno a Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y el resto de consejeros en el INE, así como a Vargas Valdez y respetables magistrados que le acompañan.
El uso de la revocación
Andrés Manuel insiste en la revocación de mandato, porque su objetivo es victimizarse.
Quiere relanzar su gobierno justo a la mitad, cuando los resultados son negativos por sus decisiones agravados, ciertamente, por la epidemia de Covid-19 que tiene al mundo sumido en la peor crisis desde la Gran Depresión de 1929.
Por eso le urge y por eso presiona e insiste.
Y sabe perfectamente que aunque ya existe en la ley, poner el tema en la agenda le reditúa y mantiene ocupados tanto a seguidores como a críticos y adversarios políticos, lo que desvía la atención sobre la cantidad de muertos y contagios.
-¿Estás de acuerdo con que el licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, continúe ejerciendo el cargo hasta que concluya su mandato?, es la pregunta que Ricardo Monreal promovió ayer en el Senado para que se aprobara en comisiones el dictamen.
López Obrador reclamó la semana pasada a sus legisladores que no tuvieran aún la ley reglamentaria que se necesita para poder ejercerla.
Como sucedió con la fracasada consulta del 1 de agosto, en la que apenas se sumaron unos 6 millones de votantes, se requiere que participe al menos 40 por ciento de los inscritos en la lista nominal del INE, lo que significa unos 37 millones.
Esa cantidad jamás se ha conseguido, ni en 2018 cuando el resultado a favor de López Obrador fue aplastante.
Vámonos:
Conducir una motocicleta a 250 kilómetros por hora es una imprudencia, sin duda.
Desafortunadamente los accidentes como los del domingo -en la autopista y en la libre- donde murieron cinco hombres y dos mujeres, continuarán.
Hoy se dice que habrá vigilancia.
En un mes todo será igual.
Todos son iguales.
PRI, PAN, PRD, Morena, Verde y demás vividores.
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