Diez cuerpos tirados en una camioneta el jueves en Zacatecas y nueve en Veracruz el viernes recordaron a todos que en México los criminales pueden hacer lo que quieran, porque nadie, ni el Estado, harán algo para contenerlos.
David Monreal Avila, gobernador que llegó con los colores de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se limitó a argumentar lo mismo que sus antecesores no sólo en Zacatecas sino en el resto de los estados.
-Recibimos una herencia maldita. Heredamos un estado con los más altos índices de inseguridad, endeudado y con problemas económicos, lo que nos obliga a no desistir para regresar la paz y tranquilidad a todas y todos los zacatecanos., dijo en un video subido a redes, en el que pedía a los zacatecanos encomendarse a Dios y darle para adelante.
Desafiantes, los sicarios llevaron la camioneta con los cadáveres hasta el Palacio de Gobierno estatal y ahí, al pie del árbol de Navidad y de un enorme nacimiento colocados con motivo de las fiestas decembrinas, la abandonaron.
Mientras, Andrés Manuel López Obrador decía en Palacio Nacional que desde que presentó el plan de rescate de Zacatecas, en noviembre de 2021, las estadísticas rojas van a la baja.
Pero la realidad le envió un mensaje, parafraseándolo:
-Yo tengo otros datos.
Y sí, desde que David Monreal asumió la gubernatura de ese estado, el crimen ha cometido diversas masacres y ha utilizado todos los medios posibles, tradicionales y no, para llegar hasta él.
Colgados de puentes vehiculares y ejecutados abandonados en las calles han sido la constante en el arranque de su gobierno.
Algunos mal pensados, que nunca faltan, aseguran que esta ola de violencia inusitada en Zacatecas está relacionada con las aspiraciones de su hermano, Ricardo Monreal, a la Presidencia de México.
Que son mensajes, que es un estate quieto para acabar de una vez por todas con sus sueños del Ejecutivo.
Otros, que se trata de una guerra entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, por lo que la ola de muerte apenas comienza.
Lo cierto es que la violencia lejos de terminarse o disminuir se acrecienta.
Y no sólo en Zacatecas.
Un día después de los diez muertos en Zacatecas, un grupo armado arrojó así, como basura, nueve cuerpos en el tramo La Tinaja-Coatzacoalcos.
Cuitláhuac García ha sido un fracaso como gobernador.
Justo ahora trae pleito con Ricardo Monreal, hermano de David, y quien, reitero, pretende ser el candidato de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), a la presidencia en 2024.
Esos nueve cuerpos podrían corresponder a los sujetos que fueron grabados en video presuntamente confesando que el secretario de Gobierno estatal, Erick Cisneros Burgos, los habría contratado para calentar la plaza, como se dice en el argot malandro.
El hombre que habla en la grabación es Erick Alejandro Roca Aranda, quien dice ser sobrino de Cisneros Burgos.
Ayer, Cuitláhuac, como siempre asumiendo una actitud sobrada, aseguró que se aplicará todo el rigor de la ley.
Y acá, entre nos, estallamos en una carcajada porque su discurso es exactamente igual que el de sus antecesores, a los que critica con un las mismas palabras que pronuncia su amo, Andrés Manuel.
¿Y por qué no actúa tan pronto como hizo –sin que esto signifique una defensa de él- en el caso José Manuel Del Río, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política en el Senado, para acusarlo de homicidio?
Cuitláhuac siente que tiene derecho de picaporte en Palacio Nacional y, por eso, asume esa actitud y posición arrogante.
Que se vea en un espejo para que se dé cuenta de que nadie es indispensable.
Nadie.
Continúa el caso Blanco
Tras la fotografía que publicó El Sol de México de Cuauhtémoc Blanco Bravo, gobernador de Morelos, con tres presuntos líderes del narcotráfico, la extorsión y el tráfico de drogas, el futbolista convertido a político aseguró que la imagen no fue tomada en su casa.
-No soy tan imbécil como para llevar a delincuentes a mi casa, dijo ayer en diversas entrevistas.
La fotografía se habría tomado después de una misa en la iglesia de Yautepec, el 12 de diciembre de 2018.
Sin embargo, ese día no hubo misa en esa iglesia, porque estaba dañada por los sismos de septiembre de 2017.
Donde sí hubo misa fue en el Palacio de Gobierno, recuerdan los habitantes de la zona, por lo que la fotografía tendría que haber sido tomada en alguna oficina de ese inmueble.
O en otro lugar, en otro día.
Vámonos: Biden culpa a Trump de polarizar y dividir Estados Unidos.
Cualquier parecido con México ¡es mera coincidencia!
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