“¡Aquí mando yo!”.
Ese es el mensaje que Andrés Manuel López Obrador envió ayer y confirmó lo que el mundo entero sabe: Claudia Sheinbaum Pardo no será la que decida, la que ordene, porque él la puso.
Al tabasqueño, machista e indecente, no le importó exhibir a su protegida -a la que besa como si fuese su novia- quien el lunes dijo, tras comer con él en Palacio Nacional, que la reforma al Poder Judicial, la que tiró la bolsa y el peso desde que se conoció que Morena tendrá mayoría calificada y la sacará en caliente, se iba a discutir, a analizar en mesas y, luego, a llevar a votación para aprobarla.
El señor que pregona austeridad, pero vive en un Palacio, afirmó en su conferencia matutina que la reforma saldrá en septiembre, cuando se instale la nueva legislatura, y que si se devalúa más el peso tampoco le importa, porque está sobrevaluado y él es el presidente con el que más se ha recuperado la moneda mexicana.
Y citó a los diversos presidentes y cómo dejaron al peso devaluado y al país en crisis, a diferencia de él… según él.
Sheinbaum Pardo se esforzó desde el primer día, ya que pidió a Rogelio Ramírez de la O salir a la mañana siguiente a confirmar que se quedará como secretario de Hacienda y Crédito Público, pese a saber que su jefe quiere, exige, que se apruebe en septiembre, el último mes de su mandato y el primero de la nueva legislatura, porque así se armó el calendario desde el sexenio pasado.
Evidentemente, la virtual presidenta electa –será electa hasta que reciba su constancia de mayoría- sabe que todo es mentira, una falacia, porque el tabasqueño está acostumbrado a imponer sus caprichos y acabar con el Poder Judicial es uno de ellos.
EJECUCIONES, MUERTES POR COVID Y FALTA DE MEDICINAS NO IMPORTAN
El resultado del domingo 2 de junio dejó muy claro algo: a los mexicanos les vale madres que este sexenio sea el más sangriento en la historia, que se haya muerto alguien cercano por negligencia del gobierno federal en la epidemia de Covid-19, que falten medicinas y tratamientos contra el cáncer y que el peso se devalúe:
quieren su dinero, su limosna, su dádiva.
Total, el muerto, muerto está.
Ayer se informó que mayo es, hasta ahora, el mes más violento y sangriento de lo que va de este año, con 2 mil 744 ejecuciones, con un aumento desde abril cuando se registraron 2 mil 682 para un total de 89 al día y 183 mil 650 en este lúgubre y fallido gobierno lopezobradorista.
Y esos mexicanos, que se conforman con el dinero que les regala el gobierno y que es de todos los que pagan impuestos, votaron porque continúe esta mediocridad.
López Obrador no se conformó con la clientela que significan las becas y pensiones, sino que envió a comprar el voto el día de la elección y a regalar dinero para avasallar a los adversarios.
Ni él ni nadie en Morena calculó que se pasarían de lo creíble y regular.
Vámonos: ¿Alguien ha visto a Delfina Gómez, la señora que apenas y puede armar un párrafo escrito con congruencia y fue impuesta como gobernadora del Estado de México?
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex