CUAUTITLÁN, Méx.- La presidenta municipal de Cuautitlán, Juana Carrillo Luna, sepulta tradiciones milenarias en la localidad con contratos millonarios para la instalación de una Villa Navideña, que desalojará a más de 500 comerciantes locales que realizan su vendimia desde 1928 en el Jardín Central.
Comerciantes del mercado municipal, ambulantes y de puestos semifijos denunciaron que la alcaldesa, en una actitud insensible y deplorable, pretende quitarles su área de trabajo para colocar una pista de hielo y una Villa Navideña.
Brenda Velázquez, vicepresidenta de la Unión de Comerciantes Ambulantes y Puestos Semifijos, señaló que detrás de la imposición de la Villa Navideña se encuentra la intención del hijo de la presidenta, Diego Reina Carrillo, de imponer nuevos negocios en el centro de Cuautitlán.
El catedrático Alberto González, hijo de comerciantes fundadores de Cuautitlán, advirtió que la medida gubernamental afectará a decenas de vendedores mazahuas y otomíes, quienes desde hace décadas venden sus productos en el Jardín Municipal, así como a personas que en estas fechas obtienen un empleo temporal por las ventas decembrinas.
Dijo que Cuautitlán cuenta con múltiples espacios para instalar la Villa Navideña sin afectar las actividades del comercio local, pero los “caprichos” y la insensibilidad de la presidenta Juana Carrillo tienen a días de sepultar los usos y costumbres de los habitantes.
En tanto, la señora Lidia Vásquez, comerciante mazahua, fue tajante al señalar: “Queremos respeto a nuestra área de trabajo, a nuestros usos y costumbres. No se vale que la presidenta municipal Juana Carrillo nos quite nuestro lugar. Nos quieren bajar del jardín y ponernos en la calle; ahí haremos más tráfico y taparemos entradas. No queremos molestar a nadie, solo vender nuestros productos como lo hemos hecho desde hace años”.







