CIUDAD DE MÉXICO, Méx.– Caborca es una puesta teatral que toca a las personas emocionalmente, porque permite que el espectador observe un panorama desde un lugar que tal vez no había imaginado. La obra más que hablar de un tema, habla de personas, “personas tan cotidianas, tan sencillas y complejas al mismo tiempo, como cualquiera de nosotros”, expuso Andrea Salmerón, directora de la obra.
En entrevista, comentó que el montaje de la compañía Teatro en Fuga, AC, dramaturgia de Paulina Barros Reyes Retana, tendrá temporada en el sótano del estacionamiento del Centro Nacional de las Artes (Cenart) del 29 de abril al 29 de mayo.
En Caborca aparecen siete personajes: una joven secuestrada, su madrina, el comandante de la policía, el gatillero, la cocinera de los secuestrados, el encargado de la basura y el guardián, quienes cuentas sus historias de vida relacionadas con el narcotráfico: cómo llegaron ahí y cómo se lo explican a ellos mismos.
Comenta Paulina Barros que el punto de partida de la obra es el secuestro de la joven Lila por el cártel local, debido a que su padre se negó a ceder sus tierras a los narcos para que éstos las utilizaran.
“Esta puesta aborda un tema urgente que consideré pertinente tratar a fin de tener un espacio para la reflexión, donde pudiéramos los unos y los otros pensar juntos sobre lo que estamos viviendo y tener un poco más de claridad sobre el tema”, comentó la también guionista.
Señaló que la intención de la obra es dejar un poco la parte roja, la imagen sangrienta que se puede ver en el periódico y acercarlo lo más posible al individuo, intentando que quienes vean la puesta sean tocados por ella.
Andrea Salmerón Sanginés dijo que el montaje utiliza un secuestro para hablar de las personas y eliminar la idea general de que el problema del narcotráfico está lejos, en el norte, en sus pueblos raros.
“Los personajes son todo el pueblo, en el narcotráfico se involucra todo el pueblo, es un problema que el país sufre a diario por los cuatro costados y nos involucra a todos”, indicó.
Salmerón Sanginés destacó que lo que busca mostrar al espectador con el teatro es la diversidad de ver el mundo. “Cuando no ves al otro, no ves otras formas de pensar, de vivir o los motivos de otras personas para ser o actuar de determinada manera. Me gustaría que los espectadores de Caborca pudieran ver a las personas, no a los personajes”.
La directora de la puesta planteó un escenario sin divisiones, en donde actores y público comparte la acción, pues los asistentes entran a un espacio vacío en el que son libres de moverse.
“Con la ayuda del diseñador de iluminación, Fernando Flores, y del diseñador sonoro, Miguel Hernández, la obra se pueda mover a donde sea, pues todo el equipo es de la obra. Sí queremos ir a Ecatepec y nos dicen que no tiene teatro, no importa, Caborca tiene lo necesario, es un proyecto que se sube a una camioneta, se va, se monta y se presenta donde se pueda”.
En su primera temporada, Caborca se presentó en el sótano del Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, esta segunda temporada será en el sótano del estacionamiento del Cenart. “En cada lugar en donde trabajemos debemos encontrar las virtudes y no extrañar lo que el otro tenía”, mencionó Salmerón Sanginés.
Paulina Barros, quien escribió la obra tras concluir su posgrado en dramaturgia en la Escuela de Artes de la Universidad de Columbia en Nueva York, invitó al público a ver Caborca. “Esta obra, de construcción fina y compleja en su dirección, dejará algo: no saldrán y se van a ir a cenar creyendo que no la van a recordar. Creo que es una obra que te deja una semillita”.
Caborca, producción teatral realizada con el estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR (Efiteatro), cuenta con las actuaciones de Alejandra Herrera, Olga González, Mario Eduardo D’León, Leonardo Zamudio, Alfonso Cárcamo y Roberto Ríos (Raki).
Se presentará del 29 de abril al 29 de mayo, con funciones los viernes y sábados a las 19:00, domingos a las 18:00 horas, en el Sótano del estacionamiento del Cenart, en Río Churubusco No. 79, esquina Calzada de Tlalpan. Obra para mayores de 15 años. Entrada libre, con cupo limitado a 60 espectadores; el punto de reunión será el Módulo de Información en la Entrada Principal.