CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- La Feria de las Calacas que se realizó los días 29 y 30 de octubre en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) con más de 200 actividades registró una asistencia de 56 mil 201 personas que acudieron a celebrar de manera lúdica y creativa las festividades en torno al Día de Muertos.
Susana Ríos, coordinadora del programa Alas y Raíces de la Secretaría de Cultura, precisó que la afluencia fue 33 por ciento más que el año pasado, cuando la Feria de las Calacas registró 42 mil visitantes.
Esto a pesar de que este fin de semana la Ciudad de México fue sede de diversas actividades, desde la Fórmula 1 hasta diversos espectáculos, como el Desfile de Catrinas, por lo que la Feria de las Calacas se ha consolidado como una opción singular y atractiva, fuera de lo comercial.
“Nos fue muy bien, por la parte cualitativa como la cuantitativa. Tuvimos niños, bebés, adolescentes, familias, abuelos, todos contentos, muy participativos, disfrutando de los jardines del Cenart, de las actividades, participando en los talleres, en los espectáculos, saboreando la comida, así como la exposición que tuvimos de fotografía. Es decir, fue un ambiente de diversión, pero también hubo reflexión y gozo”.
Y es que, dijo, a 16 años, la Feria de las Calacas se ha convertido en una celebración con un sello propio, que no es el comercial y aun cuando fue mucha gente, no se trató de una fiesta masiva, pues los asistentes podían disfrutar cómodamente de las diferentes actividades y expresiones artísticas, según las edades.
Además, precisó, se pone especial cuidado en la selección del programa de actividades, a fin de ofrecer espectáculos atractivos y congruentes con el concepto de la feria, lo cual hace que muchas personas la esperen con gusto y los que nunca han asistido descubran una celebración alternativa que cada año se renueva.
En esta edición, la Feria de las Calacas contó con espectáculos de primer nivel, como el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, el cual fascinó al público que se dio cita en el Teatro de las Artes, así como la puesta en escena ¿Qué con Quique Quinto?, una de las mejores obras infantiles de 2016 y en la que los niños estuvieron muy emocionados.
Entre las novedades de este año destacaron los conciertos de hip hop, un laboratorio de sensaciones, dinámicas breves y narraciones orales itinerantes en las que los cuentacuentos se detenían, por ejemplo, debajo de una palmera a contar un cuento o una leyenda.
Hubo funciones de cine para niños y jóvenes, los ya tradicionales talleres, siendo los de bebés los que registraron mayor demanda, además de venta de artesanías con participación del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías y una gran variedad de antojitos mexicanos.