CIUDAD DE MEXICO, Méx.- El patrimonio sonoro es herencia y el elemento primordial de la identidad y la memoria nacionales, se completa y adquiere sentido cuando alguien le pone “play” y reproduce esas energías que quedaron congeladas en el tiempo, aseguró Francisco Rivas, subdirector de atención al público de la Fonoteca Nacional.
En entrevista con Notimex, “Tito”, como lo llaman de manera cariñosa su amigos, charló sobre esta institución que se dedica desde hace casi nueve años a la investigación, el registro, la conservación y difusión del patrimonio sonoro de México, derivado tanto de las experiencias en vivo como de la tradición fonográfica y radiofónica.
Con un acervo de un millón y medio de documentos sonoros albergados en dos bóvedas acondicionadas ex profeso, y de los cuales sólo 92 mil horas están digitalizados y disponibles para consulta, la Fonoteca Nacional es hoy por hoy, una institución líder en la región Iberoamericana, muy aplaudida y ejemplo en muchos países del mundo.
Aunque su proyecto de creación se remonta al 2001, cuando fue incluida en el Programa Nacional de Cultura 2000-2006, la institución abrió sus puertas el 10 de diciembre de 2008, desde entonces ha tenido cinco actividades prioritarias:
Rescatar y preservar el patrimonio sonoro del país; dar a conocer el acervo sonoro que resguarda; realizar actividades académicas, artísticas y culturales relacionadas con el sonido; fomentar una cultura de la escucha entre la población y estimular la creación y experimentación artística sonora.
Se trata de una institución joven y no tan conocida por mucha gente, pero reconocida en toda Latinoamérica, que presenta el reto de adecuarse a las nuevas tecnologías que día a día se actualizan y modernizan.
“Mucha gente no conoce qué es la Fonoteca Nacional, si lo comparamos con la Cineteca, no nos sentimos menos, sino que tenemos hermanos más grandes y este niño está creciendo y alcanzando su madurez.
“Sin embargo, uno de los retos es el mantener el sistema de almacenamiento digital activo, porque una vez que se digitaliza el acervo, el trabajo no termina ahí, cada cinco o siete años cambia la tecnología y tenemos que emigrar todo a nuevos servidores que también tienen un tiempo de servicio. Hablamos de que esto, requiere de inversión tecnología y presupuestal”, señaló Rivas.
La Fonoteca, subrayó, atesora todas las expresiones culturales, artísticas, políticas, deportivas o periodísticas que han quedado plasmadas en grabaciones de audio, mismas que congelan una parte importante de la historia en el tiempo y que gracias a la reproducción se puede volver a escuchar las voces y hechos que ocurrieron en el pasado.
Situada en la calle de Francisco Sosa número 383, en el rumbo de Coyoacán, en una casona del siglo XVIII, habitada por una arqueóloga estadounidense, el Premio Nobel de Literatura Octavio Paz y presumiblemente por el conquistador Pedro de Alvarado, alberga infinidad de sonidos como aquel discurso que pronunció Porfirio Díaz el 15 de agosto de 1909 en respuesta a una carta a Thomas A. Edison, o bien el mensaje que dio Jacqueline Kennedy el 29 de junio de 1962 en su primera visita a México, como primera dama.