CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Hace poco más de dos décadas el escritor israelí Etgar Keret (1967) encontró en la narrativa una forma de asimilar la realidad colmada de violencia, rabia y dolor que en ese entonces vivía; una manera de hacer catarsis, de desahogarse y de encontrar consuelo.
Su primer cuento, “Tuberías”, el cual llega por primera vez a México como parte de las obras que conforman su libro homónimo, lo escribió cuando realizaba el servicio militar y enfrentaba la muerte de uno de sus mejores amigos.
“Con esas historias, en ese primer libro, lo único que buscaba era que alguien se acercara a mí y me diera un abrazo”, compartió el escritor en la presentación de “Tuberías” en México.
Ante cientos de lectores que abarrotaron anoche dos salas de la Cineteca Nacional, el autor israelí compartió que sus historias siempre revelan a su inconsciente, el cual trata de comunicarse constantemente con él.
“Estos cuentos hablan de la capacidad y necesidad que tenía para encontrar el acceso a un mundo alterno; las historias eran tuberías que me llevaban a emociones con más sentido”, explicó.
La violencia y la fantasía que caracterizan sus cuentos es reflejo del contexto de su país de origen, donde la gente vive como en cualquier parte del mundo, pero tienen historias de vida vinculadas a algún acto de agresión. “Mezclar la realidad y la fantasía ha sido algo natural; cuando llega el atasco de la realidad, la mejor salida es encontrar otra realidad”, expresó.
Así, con apenas 18 años de edad, Keret creó las más de 50 narraciones que integran su primer libro “Tuberías” (1992), el cual lo reveló como autor sumamente creativo capaz de cautivar a los lectores con historias divertidas y feroces, que al mismo tiempo evocan los deseos, pasiones, tristezas y sueños de cualquier ser humano.