CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- A 104 años de su nacimiento el poeta, ensayista, traductor, escritor, diplomático y ganador del Premio Nobel de Literatura (1990), Octavio Paz es un autor vigente y considerado el intelectual más importante del siglo XX en México.
Nació el 31 de marzo de 1914 en la Ciudad de México. Su obra, sobre todo en el terreno de la poesía, el ensayo y la traducción, ha sido llevada a más de 32 idiomas, entre ellos inglés, francés, italiano, ucraniano, chino y japonés.
Su reconocimiento y prestigio se potencializó en 1990, al convertirse en el primero y único mexicano hasta hoy en recibir el Premio Nobel de Literatura.
El portal del Instituto Cervantes detalla que a los diecisiete años publica sus primeros poemas en la revista Barandal (1931). Posteriormente dirige las revistas “Taller” (1938) e “Hijo pródigo” (1943).
De acuerdo con la información publicada el 18 de abril de 2015 por Arlette Gutiérrez Báez, periodista e investigadora de la Secretaría de Cultura federal, la carrera de Paz inició con el poemario “Mar de día”, publicado en 1931, aunque fue con el ensayo “El laberinto de la soledad” que saltó a la fama mundial.
Paz estudió en las facultades de Derecho y de Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde tomó clases con el escritor Carlos Pellicer.
En junio de 1937 contrajo matrimonio con la escritora Elena Garro y luego participó en el Congreso de Escritores Antifascistas celebrado en España ese mismo año.
Más de 200 intelectuales acudieron a Valencia y allí conoció a Rafael Alberti, Nicolás Guillén, Pablo Neruda y a Ernest Hemingway, entre otros artistas de las letras.
Siempre enfatizó al decir “¿soy un poeta, antes que un intelectual o un pensador?”.
En 1943 recibió la Beca Guggenheim que le sirvió para estudiar en la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos.
El portal de la Secretaría de Relaciones Exteriores precisa que, en 1945 ingresó en el servicio diplomático de México y es destinado a París, donde consolida su relación con André Breton y Benjamín Péret, entre otros poetas del movimiento surrealista.
En 1962 es nombrado embajador en la India, hito importante en la vida y en la obra del poeta, presente en “El mono gramático” y “Ladera este”.
Asimismo, dio cátedra en diversas universidades estadunidenses y europeas, ofreció conferencias y en los años 70 fundó las revistas “Plural” y “Vuelta”.
La vasta producción literaria de Octavio Paz se enmarca entre la lírica, con casi una treintena de libros publicados, y el ensayo, que incluyen más de 30 títulos.
“Piedra de Sol” es una de sus obras maestras compuesta por 584 endecasílabos, la misma cifra que los años del calendario azteca, construida con imágenes de la cosmogonía azteca.
“La llama doble” (1993), “Cuadrivio” (1965), “Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo” (1967), “Conjunciones y disyunciones” (1969), “Los hijos del limo” (1974), “El ogro filantrópico” (1979), “Hombres de su siglo” (1984) e “Itinerario” (1993) son obras que dan una idea clara de su pensamiento poético.
La labor de Paz en el campo de la traducción incluye obras de poetas como Gérard de Nerval, Guillaume Apollinaire, Pierre Reverdy, Stéphane Mallarmé, Henri Michaux, Paul Éluard, Fernando Pessoa, Georges Schehadé, John Donne, Ezra Pound, E.E. Cummings, William Carlos Williams, Czeslaw Milosz y Matsuo Basho.
Entre los premios a los que fue acreedor están el Xavier Villaurrutia en 1957; el Internacional de Poesía de Bruselas, en 1963; el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura, el Jerusalem y el Nacional de Letras de México, estos tres en 1977.