CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- “Esta es la voz de la discapacidad para todo el mundo y ni la propia discapacidad nos limita”, asegura David Serna Sesma, fundador del Ballet Mexicano de la Discapacidad, movimiento artístico que promueve la inclusión y permite a las personas con capacidades diferentes desarrollar todas sus habilidades a través de la danza.
Fundado en 2009 de manera independiente en la vía pública de la zona Oriente de la Ciudad de México, donde trabaja y se presenta de manera regular, el Ballet ofrece educación superior en el campo del arte y la danza a personas con discapacidad, ofreciéndoles también una atención cultural y artística.
Este movimiento se ha alejado de las terapias tradicionales al encontrar sus propios métodos, gracias a un proceso creativo mediante el cual los participantes logran evolucionar sin necesidad de tener una técnica de ballet clásico, “es así como una persona con discapacidad logra ser un bailarín profesional” añade el especialista en Creación Dancística por el Centro de Investigación Coreográfica del INBA.
La propuesta de David Serna, posicionada en México como un espacio donde la discapacidad y el arte tienen voz, se basa en las habilidades y capacidades de cada integrante, ofreciendo un tipo de danza honesta y auténtica emanada del proceso creativo y de las emociones de cada individuo.
En sus estudios de diversas danzas alrededor del mundo es como Serna se acerca a la discapacidad. En la danza clásica de India encontró, observando cuidadosamente los mudras -gestos con las manos, incluyendo posiciones específicas con los dedos, muñeca y palmas-, la idea para desarrollar danzas artesanales para quienes se ven muy limitados en sus movimientos corporales,
Según Serna, quien es miembro del Consejo Internacional de la Danza ante la Unesco, el movimiento, que cuenta con academia de arte propia, ha tenido grandes aciertos, como la creación del Coro Manos Amorosas “que son mujeres que ´cantan´ en lenguaje de señas y que son sólo las abuelas y las madres de estos chicos, a quienes acompañan en cada ensayo, en cada función y que están detrás de ellos” lo que también fortalece la integración en el núcleo familiar.
En nueve años de trabajo ininterrumpido, la compañía, una de las pocas en el mundo en donde los bailarines son sólo personas con este tipo de condición, se ha presentado en diversos recintos universitarios de la como el MUAC y la Universidad de Chapingo, además de la Sala de Conciertos Elisa Carrillo. Ha representado a México en el Festival Internacional de Discapacidad en Colombia.
El trabajo del Ballet Mexicano de la Discapacidad también ha influido positivamente en la inclusión social de las personas con capacidades diferentes, ya que como lo explica David Serna, cualquier persona que ve y percibe al Ballet, no es la misma cuando sale del teatro, su concepción de la discapacidad cambia completamente: “en el momento en el que ves a una chica con parálisis levantarse de su silla y bailar alrededor de ella, con el Ave María, te cambia la vida”.
Gracias a la invitación de la Texcocana Elisa Carrillo, primera bailarina del Ballet de la Ópera de Berlín, el Ballet Mexicano de la Discapacidad estrenará su espectáculo Capacidades en la primera edición del Festival Internacional de Danza Danzatlán, el próximo 10 de julio, en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque.