La violencia está fuera de control.
Quien diga lo contrario miente.
Mayo es el mes más sangriento en México desde 1997, cuando comenzó el lúgubre conteo, con 2 mil 890 homicidios dolosos.
Sí, 93.2 diarios o 3.8 cada hora.
Y son cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
El nuevo presidente, que se conocerá en ocho días, heredará la peor situación de seguridad en la era reciente.
Basta recordar que 2017 fue el año más violento, con 25 mil 300 casos y que en cinco años suman ya 106 mil. Dos mil 500 más que con el gris Felipe Calderón Hinojosa, quien dejó la cifra en 103 mil 537.
Para el gobierno de Enrique Peña Nieto la seguridad no fue prioridad.
Desde el primer día, incluso antes, lo sabemos, fue el Pacto por México, a propuesta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en acuerdo con Luis Videgaray Caso, vicepresidente de facto, y el Partido Acción Nacional (PAN) como paje.
A todos convenía ese acuerdo.
Al gobierno entrante, porque sabía que llegaba sin el respaldo de los votantes por la serie de irregularidades que acusaba la oposición y porque creyó que ésta sería una pesadilla de seis años.
Y al PRD y al PAN, de Jesús Zambrano y Gustavo Madero, respectivamente, porque quedaron debilitados tras del complicado proceso electoral.
Y vinieron las reformas.
La guerra contra el crimen y el narcotráfico que declaró Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y que causó 103 mil muertos y 30 mil desaparecidos fue la causa principal por la que el PRI volvió a Los Pinos.
El miedo y el hartazgo, además de un buen candidato como Peña Nieto y el respaldo de La Magia del Poder se combinaron.
Los mexicanos creyeron el discurso de “El PRI sabe cómo hacerlo”.
Pero no supo. O no quiso.
Se dijo que habría otra estrategia contra el crimen.
Por decreto se eliminaron del discurso las palabras y expresiones ejecutados, decapitados, descuartizados, daño colateral, levantón, crimen organizado, narcotráfico y más.
Oscar Naranjo, el colombiano llamado Mejor Policía del Mundo, fue contratado para asesorar. Plantearon 122 objetivos, cesó la estrategia de combates diarios y se diseñó una ofensiva con operaciones quirúrgicas.
No funcionó.
Del éxito y los elogios se pasó a la pesadilla.
Del Saving Mexico al SOS from Mexico.
La matanza y desaparición de 46 normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, en 2014 es un antes y después en este sexenio.
Es el punto de quiebre.
Fue la vuelta a la realidad.
Mal manejo del caso y displicencia del gobierno federal enredaron, contaminaron e impidieron el esclarecimiento.
Una verdad histórica del cansado procurador Jesús Murillo Karam, que cuatro años después mantiene más dudas que certezas.
A principios de junio, el Primer Tribunal Colegiado de Reynosa, Tamaulipas, ordenó reponer el proceso a 15 implicados en el caso, quienes presuntamente pertenecen al cártel Guerreros Unidos, y ordenó crear una Comisión de la Verdad, integrada por los padres de las víctimas y la CNDH.
¿El argumento?
Violación al debido proceso.
Tortura.
Es decir, quedarían libres.
Salvador Reza Jacobo, El Wereke; Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, y Gildardo López Astudillo, El Gil, fueron amparados.
Todos reconocieron su participación, pero su defensa acusa tortura.
Y El Cuasi; Martín Alejandro Macedo, El Becerro; Luis Alberto José Gaspar, El Tongo, y Honorio Antúnez, El Patachín, fueron beneficiados.
Ayer, la Procuraduría General de la República (PGR) y los fiscales de todo el país rechazaron esa Comisión, al asegurar que es una clara contravención al texto constitucional pues vulnera el principio de Supremacía Constitucional.
Esa violencia contaminó el proceso electoral.
Hasta anoche habían sido ejecutados 125 candidatos, precandidatos y participantes en la elección.
Inédito.
Janine Otálora Malassis, presidenta del Tibunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, vulgo Trife, no miente cuando reitera que el crimen pone candidatos. Ya lo había advertido.
Y Lorenzo Córdova, clasista presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), tampoco cuando afirma que a elección no generó la violencia, porque ésta ya existía.
-La democracia significa la némesis de la violencia.
Es exactamente lo opuesto de la violencia, ha dicho.
El domingo próximo se llevarán a cabo las votaciones más grandes en la historia, con la Presidencia, ocho gubernaturas, la jefatura de gobierno y dieciséis alcaldías de la CDMX; Congreso federal, presidencias municipales y congresos estatales.
Serán 18 mil 311 cargos de elección en disputa.
Ultimo fin de semana de campaña.
De hecho, de cierres.
Mañana, Alejandra Barrales, candidata de Por la CDMX al Frente, estará en el Angel de la Independencia junto a Ricardo Anaya Cortés.
Será su cierre masivo.
Tendrá más actos hasta el miércoles, cuando comience la veda.
Dinero más caro
Inflación, gasolina, gas LP,gas natural, electricidad.
Dinero más caro, dólar por encima de los 20 y tasa de interés hasta 7.75 por ciento.
Otra herencia al nuevo gobierno.
Vámonos: Marcha por el orgullo lésbico gay y eventual celebración en el Angel. Buen sabadito.
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