PUERTO RICO, Méx.- El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, declaró hoy la emergencia para la isla debido al paso del huracán Beryl por la región del Caribe y pidió no minimizar el peligro, tras la devastación causada en septiembre pasado por el ciclón María.
En una conferencia de prensa, Rosselló fue claro al pedir a la población que tome todas las medidas necesarias para hacer frente al paso del huracán Beryl, de categoría 1, que prosigue hacia el oeste con dirección a las Antillas Menores.
“Que la ciudadanía tome acción y que se tomen las precauciones para poder pasar este evento de una mejor manera”, dijo, rodeado por los jefes de las agencias implicadas en este tipo de eventos.
Informó que otras de las medidas incluyen que los empleados públicos no tendrán que presentarse en sus puestos de trabajo el lunes.
Rosselló dijo que las escuelas también permanecerán cerradas el lunes a causa del paso del huracán.
“Hay bastante claridad de que algún tipo de evento ocurrirá en Puerto Rico”, sostuvo Rosselló, motivo por el que anunció que el Departamento de Asuntos del Consumidor (Daco) hará efectiva una orden de congelación de precios que ya entró en vigor para los artículos de primera necesidad.
Por otra parte, anunció que adelantará los beneficios del PAN, el plan de alimentos para personas con bajos recursos, de forma que puedan adquirir víveres para pasar el evento de la mejor manera posible.
El gobernador reiteró que las personas con hogares que tengan techo azul -temporales colocados tras el huracán María- deben movilizarse a casa de familiares, amigos o a los refugios que estará habilitando el Gobierno.
En total, habrá disponibles más de 400 refugios a los que la población podrá desplazarse.
Rosselló detalló que se identificará a pacientes de diálisis en las islas municipios de Vieques y Culebra para que reciban el servicio de transporte a la isla principal.
Además, un plan de circulación entrará en vigor a partir del domingo, el mismo día en que se activará el Centro de Operaciones de Emergencia (COE).
El gobernador recomendó a la población que se haga con víveres para al menos 10 días.
En cuanto a la fragilidad del sistema eléctrico, Rosselló reconoció que las lluvias y ráfagas de vientos del huracán pueden provocar apagones debido a la fragilidad de la infraestructura.