NICOLÁS ROMERO, Mèx.- Ante la complacencia del alcalde Alejandro Castro Hernández, la contaminación que padece el Lago de Guadalupe sigue acabando con la vida del otrora llamado Santuario del Agua y Forestal, toda vez que funcionarios del gobierno local permiten la descarga de basura, desechos tóxicos y cascajo de construcciones en la rivera del Lago, denunciaron vecinos de esta municipalidad.
En un recorrido realizado por este reportero, habitantes de la colonia San Isidro La Paz, cercana al Lago de Guadalupe, del lado de Nicolás Romero, denunciaron que diariamente, más de 150 camiones de volteo cargados de varilla vieja, cascajo de construcción, basura, botellas de plástico y hasta cadáveres de animales, descargan en predios ubicados en la rivera del otrora llamado Santuario del Agua y Forestal, con lo que se agrava la contaminación del que fuera considerado el cuerpo de agua más importante del Valle de México.
Los vecinos de San Isidro La Paz, acusaron al Presidente Municipal de Nicolás Romero, Alejandro Castro, de solapar tal contaminación del Lago de Guadalupe, ya que el alcalde tiene conocimiento, vía oficios que han enviado los colonos y padres de familia de la telesecundaria “Juan de la Rosa”, de dicha descarga de desechos que se realiza, además de conocer la construcción de viviendas que se realiza en la periferia del otrora Santuario Forestal y del Agua, pero no ha intervenido para detener el deterioro que padece.
Los colonos mostraron fotografías de la descarga de los desechos, la cual se realiza en predios ubicados a los costados de la escuela Telesecundaria “Juan de la Rosa”, a la altura del kilómetro nueve, de la carretera Vía Corta, en Nicolás Romero, predios de los que, aseguran los vecinos, hay personas que se ostentan como dueños, como lo es el licenciado Saulo Jiménez Leal y Miguel Chávez Barrera.
Los quejosos, aseguraron que encargados de recibir la basura en los predios, les confesaron que se cobra una cuota de 40 a 50 pesos por cada camión que entra, cuyos desechos se cubren con tierra, pero se depositan en la rivera del Lago de Guadalupe, a espaldas de la referida telesecundaria, donde los alumnos, afirmaron los vecinos, ya presentan síntomas de enfermedades respiratorias y conjuntivitis causadas por los fétidos olores que se desprenden de la contaminación que se realiza en la rivera del Lago.
Por último, hay que apuntar que Alejandro Castro Hernández, desde su cargo como diputado local en el Congreso Mexiquense y ahora como alcalde, ha hecho caso omiso a la denuncia de habitantes de Nicolás Romero por la grave contaminación que padece este municipio, vía descarga de desechos sólidos y aguas residuales a los ríos y afluentes de la municipalidad, además de solapar la contaminación ambiental provocada por la empresa Biosistemas Sustentables que maneja una planta recicladora de desechos, en la comunidad El Vidrio, cuyos fétidos olores llegan hasta la zona centro de este municipio.