MADRID, Esp.- En su primer mensaje extraordinario a los españoles desde que fue investido como rey, Felipe VI, dijo hoy que España vive momentos muy difíciles con la crisis catalana, “pero los superaremos”, y señaló que se preservará el orden constitucional y el funcionamiento de las instituciones.
Así como, la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía.
“Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante, porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos, porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos”, dijo en un mensaje difundido por la televisión y radio pública.
El rey de España resaltó que esos principios están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad.
“Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña”, sostuvo.
Tras reconocer que “estamos viviendo momentos muy graves” para la vida democrática de España, acusó a la Generalitat de “deslealtad inadmisible” y aseguró que “es responsabilidad del Estado asegurar el orden constitucional”.
“Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno”, refirió.
“Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado”, abundó.
Aseguró que “han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ?desgraciadamente? a dividirla”.
Subrayó que hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada, “y esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles”.
Felipe VI advirtió que “con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España”.
En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña.