¿Aguantará el país estar apagado hasta, por lo menos, el 15 de junio?
Escuchar ayer a Claudia Sheinbaum Pardo anunciar que la CDMX estará cerrada casi un mes más fue decepcionante y desolador para millones de habitantes capitalinos, que ya se imaginaban en las calles, con autorización oficial, dentro de diez días.
Porque miles han salido, circulan, contra las indicaciones, por necesidad, la mayoría, y por rebeldía, desesperación e irresponsabilidad, la minoría.
El pico calculado por matemáticos que ayudan a Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, en sus análisis y proyecciones nomás no llegaba y, cuando lo hizo, nomás no termina.
Los 424 muertos de ayer a nivel nacional, que llevan la cifra trágica a 6 mil 90, son, además de una tragedia, una señal inequívoca de que el país atraviesa el peor momento, el crítico, en esta pandemia y no se ve cuándo concluya.
Y el panorama es dramático en extremo.
México entró ayer al top ten de muertos a nivel mundial y la CDMX es primer lugar en México, con mil 618.
Una tragedia, sin exagerar.
Y el Estado de México, aunque con dos veces menos de muertes, 563, rentó tráileres refrigerados para mantener los cuerpos en dieciséis hospitales públicos.
La CDMX y el Estado de México, integran la principal región a nivel nacional, con una población de al menos 20 millones de personas.
Porque el gobierno federal asegura que se echarán a andar el 1 de junio los nuevos sectores esenciales, como la industria automotriz, la de la construcción y la minera, pero nomás no ha sido así.
Y tendrán que cumplir con al menos siete decenas de requisitos para evitar rebrote o contagios.
Ah, y Sheinbaum Pardo ya se compadeció de los capitalinos, y no, y anuncia que las chelas regresan a partir de ese 1 de junio.
Un país donde 55.6 millones de habitantes están en pobreza y 11.5 millones en pobreza extrema y donde se han perdido desde diciembre 1 millón de empleos -400 mil en el cierre de 2019, según dijo el mismo Andrés Manuel, y 700 mil hasta abril-, y donde el peso se devaluó 30 por ciento al pasar de 18.40 a 24 por dólar, difícilmente aguantará.
A eso hay que sumar la decisión del gobierno federal de no ayudar con prórrogas en el pago de impuestos, de servicios ni con recursos -no créditos- a los millones de personas que viven de sus negocios y que suman ya tres meses sin ingresos.
La tragedia ya se vive, pero el golpe seco y contundente llegará precisamente en junio, al finalizar el primer semestre del año.
La pesadilla económica es jamás vista.
Los analistas proyectan al menos -7 por ciento, algunos hasta 14, luego de un año de crecimiento negativo, incluso aún antes de la llegada del coronavirus, y de una obsesiva política de ahorro y de cero gasto, lo que tiene amarrad a la economía, según los expertos.
Y si a ello se suma la violencia, que no cede, el panorama, créame, es absolutamente desolador.
La violencia
Andrés Manuel presumió ayer que las cifras de delitos, de todos, han disminuido.
Todos, menos los homicidios dolosos.
Bueno, un poquito: diez menos en abril.
Mientras en marzo se registraron 3 mil asesinatos, en abril hubo 2 mil 950.
Algo es algo.
Sobre todo después de que 2019 ha sido el año más violento en la historia moderna de México, desde 1997, cuando comenzó a llevarse la estadística.
Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad Ciudadana, también presentó sus cifras.
Lo evidente es que el confinamiento, quedarse en casa, no salir, dejó sin clientes a los malandros, que roban autos, asaltan transeúntes, limpian microbuses, y más.
Y en cuanto a los asesinatos, abril tiene un día menos que marzo. Así que, prácticamente, no descendió ni esos diez.
¿Quién le pega a Aristegui?
Carmen Aristegui había estado quieta.
Sus investigaciones, sus revelaciones -aunque filtradas- como la de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, que, sumada a la matanza de normalistas de Ayotzinapa, terminó con su gobierno, cesaron nada más comenzó este sexenio, cuando volvió a Radio Centro.
¡Ah!, pero la semana pasada documentó cómo desde la agencia de noticias oficial Notimex -en huelga desde hace tres meses por la cacería que comenzó Sanjuana Martínez Montemayor, su directora- se ha espiado y bombardeado con ataques a periodistas y columnistas, y ¿qué cree?
Comenzaron a golpearla, a atacarla.
Los bots.
Cofepris debe explicar por qué prohibió
Sí, ya sé que aún es experimental y que sólo el IMSS está autorizado. De hecho, ya reportó siete casos de éxito, pero ¿por qué no sumar en lugar de restar?
La Cofepris debe explicar -no lo ha hecho- por qué ordenó al hospital ABC suspender las pruebas serológicas -que detectan anticuerpos en quienes se recuperaron o, incluso, quienes son o fueron asintomáticos pero se contagiaron- para obtener su plasma y utilizarlo en enfermos.
Vámonos: Otra realidad en el mundo. Ya nada será igual a partir de esta pandemia.
La sesión de ayer de la Permanente en el Senado es histórica. Todos vía internet.
El tache es para Dolores Padierna -la tía del juez, sí, la esposa de René Bejarano, aquél de los fajos de billetes -, quien, fuera de toda lógica, se tiró a matar contra el ciertamente nefasto Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
Ese del lúgubre sexenio, ese que hasta se disfrazaba -ya sé que era el Comandante Supremo- de militar.
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