TEPOTZOTLÁN, Méx.- Ante la ineptitud y complacencia de las autoridades municipales, la delincuencia organizada está tomando el control de comunidades enteras de este municipio, ya que en el fraccionamiento El Trébol, el narcomenudeo, los robos a casa-habitación y comercio y hasta el cobro de derecho de piso se ha disparado, alertaron habitantes de esta localidad.
Durante un recorrido por el municipio de Tepotzotlán, habitantes del otrora Pueblo Mágico recriminaron que el gobierno de Everardo Pedro Vargas ha solapado el narcomenudeo y la delincuencia en esta localidad, pues a pesar de asegurar que conoce dónde y cómo operan los narcomenudistas y que incluso ya tenía identificados al menos 17 puntos de venta de estupefacientes, a la fecha se desconoce sí ha entregado esa información a las autoridades federales para que intervengan o se ha solapado dicho delito.
“La inseguridad aumenta día con día, el narcotráfico es alarmante, pero aunque el alcalde Everardo Pedro Vargas asegure que sabe cómo y dónde operan los narcomenudistas como él mismo asegura, el problema sigue, los robos, las riñas, la inseguridad sigue aumentando, en el fraccionamiento Él Trébol hay un grave problema de ingobernabilidad, pues incluso policías municipales no quieren entrar a patrullar o intervenir en un problema en esa zona”, alertaron colonos del fraccionamiento que prefieren el anonimato para evitar represalias del crimen organizado.
Por su parte, René Sánchez Zuppa, dirigente juvenil del Partido de la Revolución Democrática lamentó la actitud indolente del alcalde Everardo Pedro Vargas para solapar la delincuencia, y subrayó que el aumento de la inseguridad se debe a la falta de oportunidades educativas y alternativas deportivas y culturales para los jóvenes, “pues la falta de empleo y no tener espacios de recreación sana aumentan los riesgos que la juventud se sume a las filas del crimen organizado”.
Y finalizó “el alcalde del PRI carece de visión y voluntad para inhibir la inseguridad, pues él mismo fomenta la violencia y la desprotección de las comunidades, cuando en los partidos de fútbol de su equipo León Capula ordena que decenas de policías municipales lo cuiden del repudio popular que existe en su contra, incluso solapa que los jugadores de su equipo golpeen y amenacen a las familias que acuden a los campos deportivos”.