CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- En México, la esclerosis múltiple afecta a cerca de 20 mil personas de 20 a 35 años de edad, una enfermedad que se caracteriza por hormigueo, trastornos en la sensibilidad, alteraciones del equilibrio, temblor involuntario, rigidez, espasticidad y debilidad en las extremidades, advirtió la coordinadora de la Clínica de Esclerosis Múltiple y Enfermedades Desmielizantes, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, Verónica Rivas Alonso.
En el marco del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se conmemora este 25 de mayo, informó que en el ámbito mundial en promedio 2.3 millones de personas padecen esclerosis múltiple.
Explicó que el cuerpo humano contiene una sustancia grasa llamada mielina, la cual rodea y protege las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal –sistema nervioso central–, de la misma forma que la tela de aislar protege los cables eléctricos. Cuando alguna parte de este recubrimiento de mielina o aislante se destruye, los impulsos nerviosos al cerebro se interrumpen y distorsionan.
La especialista señaló que esta enfermedad no tiene cura y se desconoce su origen, afecta el sistema nervioso central y provoca discapacidades por el daño en la mielina que recubre las fibras nerviosas.
Las personas que padecen este problema, dijo, presentan síntomas que frecuentemente aparecen en forma simultánea y pueden ser leves, moderados o severos como cansancio, hormigueo, trastornos en la sensibilidad, alteraciones del equilibrio, temblor involuntario, rigidez, espasticidad y debilidad en las extremidades.
Consideró necesario que al presentar esta sintomatología el enfermo acuda con un neurólogo para su valoración y, de ser necesario, tratamiento acorde a la enfermedad.
Rivas Alonso alertó que de no ser atendido oportuna y adecuadamente, el paciente puede tener severas afectaciones físicas como parálisis parcial de extremidades, ceguera temporal y alteraciones sensitivas, del equilibrio o del control de esfínteres, entre otras.
Aunque la esclerosis múltiple no es siempre fácil de detectar o determinar, subrayó, avances recientes en imagenología del cerebro contribuyen a clarificar el diagnóstico. El estudio indispensable para confirmarlo es la resonancia magnética.
Pese a que no existe cura, recalcó, hay tratamientos para retrasar el progreso de la enfermedad y controlar los síntomas, con el fin de que la persona que la padece tenga una buena calidad de vida, toda vez que la velocidad de pérdida de tejido puede llegar a ser tres veces más rápida que en alguien sano.
La especialista resaltó que el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía cuenta con el equipo médico y tecnológico más avanzado para tratar la esclerosis múltiple.