Andrés Manuel López Obrador es un cinicazo.
Un sinvergüenza.
El brillante estudiante de la UNAM -sólo tardó catorce años en concluir su carrera- soltó ayer una más de sus incongruencias, de sus tonterías.
-No hay más violencia, hay más homicidios que todo el sexenio, porque hay menos robos que en los sexenios anteriores, hay menos secuestros que en los sexenios anteriores, y delitos del orden federal, menos. Donde nos ha costado más es en homicidios porque se crearon bandas, dijo cuando una reportera le preguntó sobre el tema.
¿Y qué cree?
¡Sí!
Culpó a sus villanos favoritos, Felipe Calderón Hinojosa y Genaro García Luna, de todos los males que vive el país hoy, con 181 mil 187 mil asesinatos, la cifra más alta de la historia, cuando aún le quedan cinco meses para concluir su fallido y decepcionante administración.
A este ritmo, tranquilamente cerrará con 200 mil.
Por supuesto, dirá que él tiene otros datos, que quieren afectar a su gobierno y a su protegida, Claudia Sheinbaum, y sus leales, sus fanáticos, a los que hipnotiza, le creerán ciegamente.
Y sí, hay más homicidios, más muertos, pero también más violencia.
Que no venga con más cuentos, más mentiras, más ocurrencias de las que ha dicho durante casi seis años.
Nada más le faltó decir que hay menos pobres -como asegura, ciertamente- ¡porque ya se murieron de hambre!
Basta señalar que, a diferencia de lo que presumen él y Sheinbaum, sus programas sociales, los 922 mil millones de pesos que regalará este año del erario en becas, pensiones y más, no han llegado a los más pobres ni a los más necesitados.
En 2018, cuando comenzó esta pesadilla, había 9.3 millones de mexicanos en pobreza extrema y en 2022 ya eran 10.7, más de un millón sumados a la nada presumible lista.
El tabasqueño no ha tenido ni tendrá ni una palabra ni una muestra de empatía con los familiares de los casi 200 mil ejecutados en cinco años y medio, gracias a su estrategia de abrazos, no balazos, a los criminales.
Sí, violencia en Puebla
Eduardo Rivera, candidato a gobernador de Puebla de la coalición PRI, PAN y PRD, fue víctima de un fallido ataque para matarlo.
Desconocidos entraron al fraccionamiento donde vive, brincando las bardas. Entraron a la casa de la vecina -una madre y sus hijas- creyendo que él vivía ahí.
-¿Dónde está el político?, cuestionaban a la vecina los malandros.
Se salvó, porque se equivocaron de casa. A la mujer y a sus hijas, vecinas del candidato, las maltrataron.
Pero dice López Obrador que hay menos violencia.
La miseria y los muertos por Covid-19
La miseria y ruindad de López Obrador no paran ahí.
Descalificó ayer también el informe del grupo de notables sobre las fallas -negligencia- cometidas por el gobierno federal al enfrentar el Covid-19 y por las que calculan murieron, al menos, 300 mil de las más de 800 mil personas en México.
-Se va a dar respuesta a ese pasquín inmundo, que le daría dar vergüenza a quienes lo suscriben por falso y canallesco, respondió ya saben quién.
Vámonos: Ya saben quién tiene a sus botsen contra de la Iglesia, descalificando al obispo emérito Salvador Rangel, acusa Ramón Castro, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Obvio, ya saben quién lo niega.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex