Andrés Manuel López Obrador tiene el gasto que quería.
Más recortes, más ajustes, más gasto social, más becas y más dinero para repartir.
Es el primer presupuesto armado ciento por ciento por el tabasqueño y su equipo.
En el de 2019, aunque llevó la batuta, aún participó el gabinete económico de Enrique Peña Nieto.
Y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) hizo lo que tenía que hacer: aplicar la aplanadora.
La Mayoría de Morena rechazó las cien reservas de la oposición.
¿Y por qué critican, entonces, a Andrés Manuel?
Todos los presidentes lo han hecho.
Acaso, lo criticable, sería su discurso de ser distinto.
Pero el poder es para ello: para ejercerse.
Y Morena, con aliados, está sobrado para aprobarlo.
El traslado en autobuses y la sede alterna, en la zona fifí de Santa Fe, es meramente anecdotario.
Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox -bueno, en realidad él no porque era un bulto para cabildear y negociar y todo se lo rechazaban-, Felipe Calderón y Enrique Peña.
Todos lo han hecho.
La diferencia es que no todos han tenido mayoría.
La última vez que un presidente la tuvo fue en 1994 con Zedillo.
Y la utilizó siempre, hasta que la perdió en la intermedia de 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la primera elección en la historia de jefe de gobierno con el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ahí comenzó el declive del PRI, que vivió la primera tragedia cuando el PAN triunfó en 2000 y llegó a la presidencia con Vicente Fox Quesada, y la segunda en julio de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador le echó a patadas de Los Pinos.
Los diputados y senadores, siempre leales al presidente en turno de su partido, también han actuado igual.
La Roqueseñal, con la que Humberto Roque Villanueva, coordinador de los diputados del PRI, celebró la aprobación del aumento del IVA del 10 al 15 por ciento en 1995 es una imagen histórica.
Y la Monrealseñal no se queda atrás.
La hizo Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, cuando el Senado aprobó el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
¿Lo ve?
31 millones de mexicanos, de 89 millones oficialmente registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) dieron a Andrés Manuel la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y la mayoría simple en el Senado, con sus aliados.
Y lo hicieron porque querían eso, precisamente.
Hartos de neoliberalismo, de pobreza, de vivir amarrándose el cinturón y de pagar siempre para mantener a la clase dorada con salarios millonarios y prestaciones de marqués, salieron a votar, ciertamente en muchos casos sin analizar, sin razonar, llevados por ese objetivo de revancha.
Entonces, a acatar lo que la democracia dictó.
Aunque a muchos no agrade.
El argumento ese de que la mayoría de los mexicanos no votó por él es cierto.
Sí, pero así ha sido con todos los presidentes, porque, evidentemente, el ganador de la elección no obtiene la mayoría del total, sino de los que acuden a las urnas.
Simple lógica.
La responsabilidad de Andrés Manuel será no tirar por la borda esa legitimidad que los 31 millones de mexicanos dolidos y pisoteados por la soberbia del 78 años del PRI y doce del PAN le otorgaron.
Que se da prioridad al gasto social, porque se regalará más dinero a los pobres.
Sí.
Pero él no los engañó.
Siempre lo dijo y lo dice: primero los pobres.
Por eso ganó.
130 mil millones a gasto social, a pensión para adultos mayores.
11 millones de becas a jóvenes.
Que está tejiendo una estructura electoral es cierto.
¿Pero qué presidente o político en el poder no lo ha hecho?
Insisto: lo criticable es que siempre ha asegurado ser distinto.
Por lo demás, sólo ejerce el poder.
No es casualidad, entonces, que Bienestar, encargada de los programas sociales, reciba 8 mil millones de pesos más.
Hacienda, Seguridad y Educación, otra millonada.
Y los recortes, al INE, a la FGR y al IFT.
302 votos a favor 65 en contra.
Los ineístas de Lorenzo Córdova se quejaron.
-Intento por minar a la autoridad electoral justo cuando comienza a organizarse la elección federal de 2021.
-Amárrense el cinturón y que los partidos les den dinero, Andrés Manuel.
Vámonos: Ganó Borregos y Aztecas de la UDLAP no es el más ganador.
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