NAUCALPAN, Méx.- Para los Tlatilkas, andar en bicicleta es similar a volar. “Cuando vamos al cerro y nos dejamos ir de bajada, es una grata sensación de libertad, de sentir y disfrutar la naturaleza”, nos cuenta José Galindo Pérez, uno de los fundadores de este grupo de ciclistas que desde hace siete años se reúne cada lunes por la noche para “rodar” por los subidas y bajadas de Naucalpan u otras rutas, depende lo que quieran hacer: velocidad, resistencia o fuerza.
En tiempos pasados, el grupo llegó a tener hasta 60 integrantes, pero conforme les iba creciendo el gusto por la bicicleta, los más chavos decidieron aventurarse cada vez más lejos y cambiar las dos horas de rodada de los lunes, por los fines de semana, para recorrer, por ejemplo, los más 330 kilómetros que hay a Tecolutla, Veracruz, los casi 400 kilómetros hacia Acapulco, Guerrero, o “lugares que en coche no podrías conocer porque hacen montaña”, nos dice por su parte Ricardo López Sánchez, otro de los fundadores.
El 8 de diciembre de 2008, José y Ricardo, lanzaron una convocatoria en el periódico local La Voz de los Cuatro Barrios, en los que invitaban a los aficionados a la bicicleta a formar un grupo y hacer recorridos dentro de Naucalpan, algunos de ellos fueron culturales y otros enarbolando la bandera ecológica.
“Teníamos un compañero que le sabía bastante a la cultura y a los lugares que nos llevaba, nos daba una explicación. Y mire, he vivido toda mi vida en Naucalpan y no conocía la Pirámide del Conde, gracias a una de esas rodadas la conocí”, nos dice José, quien además de andar en bicicleta, las compone, en su taller ubicado en la calle Minas Palacio, número 110, en la colonia San Luis Tlatilco.
“Varias personas teníamos la inquietud de andar en bici, pero en ese entonces no había grupos en el Estado de México, y teníamos que ir hasta el centro del Distrito Federal para rodar con grupos como Bicitekas y Biciraptors, que empezaron a gestionar los cierres de avenidas los domingos para andar en bici”, refiere Ricardo.
Entre los que respondieron a la convocatoria se encontraba Ollin Tonatiuh, quien ya salió del grupo para fundar la primera empresa de mensajería en bicicleta que hubo en la hoy Ciudad de México.
Ricardo recuerda que en ese tiempo había un importante movimiento por el rescate del Cerro de Moctezuma, debido a se estaban construyendo casas en su falda. Así, decidieron que la primera rodada de Tlatilkas sería en ese “ícono de Naucalpan”.
Andar en bicicleta es muy buen ejercicio, además de que “disfrutas, aprendes, conoces, y vives”. A esto hay que agregar que es una actividad que fortalece los lazos de amistad, algunas veces los fortalecen tanto que hasta matrimonios entre ciclistas hay. Claro, también une a la familia, como el caso de José que pasea en bicicleta acompañado de sus dos hijos y su esposa.
Rosario Quezada García tiene sólo seis años andando en bicicleta, aunque su gusto por ella data desde que era niña. “Pero mis papás no me dejaban andar, por los tabúes que había respecto a una mujer que andaba en bici”.
Conoció a José en la secundaria, pero no le hablaba, “me caía mal”. Lo volvió a encontrar ya de adultos y se hicieron novios. Él le puso unos “diablos” a su bicicleta para que ella viajara en la parte de atrás, de pie, apoyada en ellos. Así iban y venían hasta que se casaron y José le armó su propia bicicleta, igual a la él. Actualmente cada uno tiene dos, una de montaña y otra de carreras.
El grupo de ciclismo urbano Tlatilkas pasó a ser ciclismo versátil, ahora no sólo recorre la ciudad, cada mes organizan una salida, de ruta (por carretera) o de montaña.
Cada lunes, los 15 integrantes que actualmente tiene, se citan a las 9:30 de la noche en la explanada que está debajo del puente de Avenida Toluca y Primero de Mayo. “Si queremos hacer fuerza, hacemos el recorrido de los cerros. Subimos a Los Remedios pero por Avenida Conscripto y atravesamos todos los cerros de las colonias populares: La mancha, Rio Hondo, El Cadete, Champa, Los Cuartos, La Presa, Las Huertas, bajamos hacia El Atorón, Cipreses, y de ahí a Los Remedios, y regresamos por la Cruz Roja”, nos detalla Ricardo.
“Si es velocidad nos vamos al Distrito Federal, agarramos hacia Tlalnepantla y todo Vallejo, hasta Insurgentes y luego Puente de Alvarado para llegar a Metro Hidalgo. Nos regresamos por la México-Tacuba. Elegimos esta ruta, porque es plana y rápida”, agrega.
Los Tlatilkas reconocen la importancia de tener espacios en donde practicar el ciclismo, por eso ven con buenos ojos que la Administración Municipal de Naucalpan esté modernizando el camellón de Circuitos Pintores en Ciudad Satélite, para que se cuente con una ciclovía recreativa de dos kilómetros, en la cual los pequeños podrán dar sus primeros pedalazos y las familias podrán disfrutar de paseos recreativos.
Si quieres unirte a la familia Tlatilka, puedes contactarlos a través de la página de Facebook: “Tlatilkas Ciclismo Versátil”, llamar al celular 04455-12-60-45-89, con Ricardo López Sánchez, o llegar con tu bicicleta al punto de reunión los lunes a las 21:30 horas. Te recomendamos llevar casco, guantes, luces y chaleco reflejante.