“Todos morimos, pero lo mejor que podemos hacer es evitar que llegue el día lo más que podamos”
Rick Grimes “The Walking Dead”
Aunque las historietas, libros, series y películas apocalípticas parecieran tan distantes y fantasiosas, quizá, de tanto invocarlas, la realidad y la ficción comienzan a entrelazarse.
Se ha predicho el fin de los tiempos en todas las épocas de la historia, desde la Biblia hasta los tiempos modernos con películas que plantean el final. A veces, colectivo donde nadie se salva, pandemias, guerras nucleares, asteroides, calentamiento o congelamiento de la Tierra e incluso invasiones extraterrestres.
Dios nos enseña una y otra vez que nuestros planes, imperios y las más grandes de las empresas son tan frágiles como la vida misma.
Empresas globales como Air B&B, Marriot, Victoria´s Secret, Hertz, aerolíneas, cadenas de restaurantes, destinos turísticos, etc. Todos parecían invencibles y hoy están al borde de la quiebra.
Ha sido parte de la historia, empresas y sectores han ido y venido, muriendo unas para siempre, otras, siendo adquiridas o absorbidas por sus competidores y otras desaparecido por completo, citando algunos ejemplos: Kodak, Xerox, las librerías, tiendas de discos, etc.
La diferencia entre morir y estar muerto en vida es gigante y al igual que los Zombies, el soporte de vida que algunas economías han decidido dar pudiera tener consecuencias similares.
Y narro todo lo anterior por una inquietud: la Reserva Federal de Estados Unidos en los últimos 4 meses, ha obsequiado de una u otra forma mas de 7 Trillones de dólares y va por más, tanto a la población como a sus empresas se les ha regalado o prestado cantidades superiores a lo que obtenían trabajando, este monto equivale a más del 30% del PIB del país.
¿Qué pasará cuando pare la música?, quiebras, desempleo, gente acostumbrada a ganar más quedándose en casa que trabajando, un mercado inundado de dólares que no fueron resultado de una actividad económica, sino de echar a andar la imprenta. El mercado global, que ya venia algo cargadito de la moneda en cuestión, verá pues una nueva marejada de dinero buscando refugio de inversiones y tasas negativas.
A pesar de que el país del norte se detuvo casi en seco, los índices de sus bolsas han danzado tocando números positivos para el año.
Aquel jinete de la apocalipsis, asesino silencioso que ya se nos olvidó, o que muchos jóvenes ni siquiera conocieron, aquel jinete que por la mañana etiquetaba bienes en el supermercado y por la tarde lo hacía de nuevo y quizás hasta 3 veces en un día. Ese asesino que toma los ahorros, pensiones y salarios y los aprieta y les exprime la esencia misma para que a pesar de no haber cambiado el número, su fuerza y capacidad se mermen tanto que cada día alcanzan para comprar menos.
Basta el coronavirus para dormir mal, pero vale la pena ir considerando que al igual que nunca se esperó que una pandemia pudiera ser tan dura y prolongada, quizá tampoco se visualizó que la receta para tratar de evitar la muerte económica de algunos países pudo haber sembrado un virus desconocido para los expertos en la materia y veamos al despertar que efectos tendrá esa medicina que se usó para curar al muerto.
A pesar de que se invoca una y otra vez la catástrofe, la realidad es que nadie estamos preparados ni deseamos que eso suceda y como dice Rick en la serie de HBO “The Walking Dead” aunque es inminente, todos buscamos evitar que llegue o al menos prolongar su llegada.