Aún recuerdo como si fuera ayer cuando jugaba Atari con mi hermano menor, Pacman, Enduro y Congo Bongo eran mis favoritos, podíamos pasar muchas horas jugando y a veces nos alcanzaba la noche, aquel juego al cual había que intercambiarle los casetes nos acompañaba durante muchos meses, hasta que apareció Commodore 64 y ahí fue cuando todo cambió, discos flexibles de 5 ¼” nos transportaban a mundos lejanos, juegos como las Olimpiadas de Verano, las de Invierno, juegos Mundiales que incluso contenían una competencia de Salto desde la Quebrada de Acapulco. Lo anterior no estaba al alcance de todos, si un niño de mi edad quería tener acceso a videojuegos, tendría que tener quién pagara el precio, la otra alternativa era ir a una farmacia, a una miscelánea que tuviera una maquinita, comprar fichas, hacer fila, retar contra el mejor o ir a un salón Arcade y gastar una buena cantidad de dinero, luego vinieron otras consolas como Nintendo, Play Station, etc. Hoy, vemos que aún no hemos aprendido a utilizar el IPhone de más nueva generación y ya surgió la siguiente.
Lo anterior, fue predicho por un economista austriaco de nombre Joseph Schumpeter con su teoría económica llamada “Destrucción creativa”, casi un siglo antes, Charles Darwin había escrito : “la extinción de las formas antiguas es la consecuencia casi inevitable de la producción de nuevas formas”. Schumpeter hacía su análisis como una forma de explicación de los efectos que el capitalismo, la innovación y la invención han tenido sobre la economía, la producción y el consumo de productos que un día estaban y al día siguiente ya no. Por otro lado Darwin hace su planteamiento a manera de explicar la evolución de las especies.
Considerando la crisis del COVID19, las disrupciones globales y los cambios en la política de nuestro país, se presentan factores que por una u otra razón llevarán a la economía de México, según bancos y economistas a una caída en el PIB de proporciones nunca antes vistas desde la Gran Depresión.
Hoy, una persona vive mejor con menos, que hace 100 años, el acceso a innovaciones tecnológicas que junto con la globalización, ponen a nuestro alcance: información, fácil y gratuita, que nos permite a todos tomar mejores decisiones, acceso al mercado financiero, a la salud, a transporte, a compra de muebles, electrodomésticos y blancos incluso a crédito están al alcance de casi cualquier mexicano. Transferir dinero se puede hacer desde aplicaciones tan elementales como el Whatsapp.
Deseo invocar a Schumpeter y a Darwin y plantear una teoría de “Innovación Evolutiva” . Podemos reaccionar a las circunstancias o tratar de imaginar, soñar y predecir las nuevas necesidades y de manera proactiva comenzar a trabajar en desarrollar aquello que va a sustituir lo que este proceso evolutivo de la humanidad va a borrar de la Faz de la Tierra.
Se habla de igualdad social, pero ésta no se puede conseguir únicamente destruyendo lo existente, es indispensable pensar en qué va a sustituir lo que había antes y cómo se va a lograr que todos podamos tener acceso a lo nuevo a través de la innovación, la creatividad, la investigación y desarrollo ¿que productos y servicios se van a requerir una vez que lo que conocíamos como lo común desaparezca? Destruir sin sustituir y evolucionar, dejará un vacío que será llenado por “Lo que haya”, mediocridad, frustración e invenciones que vengan de fuera.
Hace unas semanas observaba junto con mi hija menor un juego de video llamado Fortnite, donde en un mundo virtual, niños de todo el planeta juegan a la supervivencia, al no haber eventos masivos, Scott Travis, un rapero de moda, aparece del cielo digitalizado y ofrece a todos un concierto en vivo en su versión digital y entonces, viene a mi memoria el recuerdo de mis juego de la Commodore 64 y no puedo dejar de emocionarme y tratar de imaginar lo que estaremos viendo una vez que esta crisis, llamada pandemia, cambio de gobierno, etc. hayan hecho lo suyo.