WASHINTON, EU.- La cifra de menores separados de familias inmigrantes en la frontera de Estados Unidos aumentó 15 por ciento en poco más de una semana, con lo que ahora suman dos mil 342, de acuerdo con datos dados a conocer hoy por el Departamento de Seguridad Interna (DHS).
El incremento sugiere que el endurecimiento de las medidas adoptadas por la administración del presidente estadunidense Donald Trump como parte de la política de cero tolerancia, no parece tener el efecto disuasivo que busca.
Mientras, el gobierno advirtió que tiene planes para ampliar la capacidad para detener a más familias y niños y separarlos.
“Esperamos que la nueva política resulte en un efecto disuasivo. Ciertamente esperamos que los padres dejen de traer a sus hijos en este peligroso viaje y (dejen de) entrar al país ilegalmente”, dijo el director adjunto interino del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), Steven Wagner.
La declaración del funcionario fue notable debido a que hasta ahora el gobierno ha evitado utilizar la palabra disuasión para justificar la nueva política anunciada en abril pasado por el Procurador General, Jeff Sessions, insistiendo que no hay nada nuevo en esta acción y que sólo cumple con lo que establece la ley.
En conferencia de prensa, Wagner dijo que el gobierno estadunidense se está preparado para aumentar la capacidad conforme sea necesario colocar a más personas en estos centros de detención, “pero esperamos que eso no sea necesario en el futuro”.
En adición a los centros de detención, a donde son enviados los menores poco después de ser separados de sus padres, el gobierno reveló que existen 200 albergues en 17 estados del país, a donde estos menores son enviados una vez puestos bajo custodia del HHS, operados por agrupaciones sin fines de lucro.
De acuerdo con el nuevo corte dado a conocer por el gobierno, el número de padres de familia detenidos que han sido referidos para enfrentar cargos criminales, por cruzar la frontera de manera ilegal, ascienden ahora a dos mil 206.