Joe Biden es como Donald Trump.
Como cualquier presidente de Estados Unidos.
America First.
O lo que es lo mismo:
“Primero yo, después yo y que se hunda el mundo”.
Y Andrés Manuel López Obrador es como Enrique Peña Nieto.
Como cualquier presidente de México.
Aceptando las condiciones del país más poderoso.
Aunque no sea fácil digerirlo.
Joe Biden presionó a Andrés Manuel con el tema migratorio y no hubo otra opción.
Vacunas a cambio de ayuda -cooperación, le llaman-, en las fronteras sur y norte.
Igualito que Donald Trump.
Igualito que cualquier presidente de Estados Unidos.
-Tenemos, y gratis, 27 mil soldados cuidando nuestra frontera, alardeaba cada que podía el republicano, en alusión a los 27 mil elementos de la Guardia Nacional que López Obrador tuvo que enviar a cuidar tanto la frontera sur con Guatemala, como la norte con Estados Unidos.
-¿Necesitan vacunas?
Ahí están.
Pero sólo hay de AstraZeneca.
Sí, esas que nosotros no hemos autorizado, le dijo el gobierno de Joe Biden a Marcelo Ebrard Casaubon, el apagafuegos de López Obrador.
El vicepresidente de facto, dicho con más formalidad.
¿Y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero?
Vacunándose.
Y haciendo mutis.
Porque ella también participó en el caso Florence Cassez.
De hecho ella votó a favor de su liberación, por la violación al debido proceso, dijeron, cuando la realidad es que Enrique Peña Nieto hizo un pacto con Francois Hollande, su homólogo de Francia, y lo sugirió a la Suprema Corte, mientras Cossío en contra.
Ebrard Casaubon también resolvió en 2019 la amenaza de Trump de elevar los aranceles a la mercancía mexicana si no se ponía un alto a la ola migrante, principalmente de Centroamérica, porque su país, Estados Unidos, ya no podía ni quería recibir más asesinos y delincuentes, como les llama, principalmente a los mexicanos.
Son situaciones en esencia parecidas, pero distintas.
En aquella ola migrante Andrés Manuel estaba implicado porque desde campaña y, luego, como presidente electo, invitó a los migrantes a cruzar México y/o a quedarse en suelo nacional, donde, decía, habría un empleo para quedarse o apoyo para llegar a la frontera con Estados Unidos.
¿Lo recuerda?
Trump y Biden también.
Hoy, aunque el nuevo presidente estadunidense no ha acusado a López Obrador de promover esa migración, aprovechó el momento para pedir ayuda en el mismo tema, a cambio de ceder las vacunas.
No debe olvidarse que la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, reconoció el jueves que México pidió vacunas y ellos -Estados Unidos – pidieron que “fueran nuestros socios” para enfrentar la crisis en la frontera.
Y aunque, obvio, niega relación entre los temas, es evidente que así fue.
-Les planteamos nuestras expectativas de que fueran nuestros socios a la hora de lidiar con la crisis en la frontera, y hubo peticiones suyas de obtener dosis de la vacuna, que no están relacionadas (con el tema migratorio), dijo Psaki, según este párrafo de la agencia EFE, que cita a la vocera.
No obstante, los diarios The Washington Post y The New York Times informaron que Washington obligó a México a reiniciar el operativo, relajado desde que Trump dejó la Casa Blanca, el 20 de enero. Reuters reveló que serían 2.5 millones de vacunas.
Y Ebrard Casaubon, oficialmente secretario de Relaciones Exteriores pero vice en la práctica- aunque en México no exista esa figura-, tuvo que reconocerlo en twitter.
Y así fue.
Ayer fueron desplegados nuevamente los elementos de la Guardia Nacional -la mayoría militares- y del ejército.
El argumento -¿no se les ocurrió otro?- es que se pretende evitar más contagios de Covid-19. Hugo López-Gatell, el zar anticovid, ha dicho siempre que de nada sirve. De hecho, se opuso a instalar filtros en los aeropuertos, porque, argumenta, el virus de cualquier forma iba a entrar al país.
Biden ya tiene sus fronteras cuidadas ¡y gratis!, como Trump.
Andrés Manuel dijo ayer en Veracruz que no se dio nada a cambio de las vacunas.
-¿Qué se va a dar a cambio?
Lo que hemos dado siempre: amistad y cooperación.
Esa es la cooperación.
Biden es como todos los presidentes de Estados Unidos.
López es como todos los presidentes de México.
No habrá carro completo para Morena: Monreal
Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, reconoció ayer lo evidente: en las elecciones intermedias de junio Morena ya no arrasará como lo hizo en 2018, aunque dice que se va a confirmar la tendencia de estos tres años.
Es decir, que dominará el partido que inventó López Obrador.
– Sí será una contienda electoral más competida, con márgenes más cerrados, pero no le va a quitar el carácter refrendatorio al gobierno. Siempre en la etapa intermedia se mantiene la esperanza en un porcentaje amplio, se mantiene también la intención de refrendar o no el proceso en el que están involucrados los integrantes de un pensamiento político, dijo.
Vámonos: ¿Cómo le va ya en primavera?
Desde las 3:00 horas entró la nueva estación.
Se ha ido ya el primer trimestre del año.
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