¿Qué pretende Jaime Bonilla Valdez?
El gobernador de Baja California es amigo de Andrés Manuel López Obrador.
De hecho, él lo puso, él le regaló la candidatura y él lo llevó a la victoria. Obvio, por Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Y ya son dos críticas, dos golpes duros y a la cabeza.
Primero, la semana pasada, dijo que el IMSS no había enviado equipo al personal médico de su estado y que éstos “están cayendo como moscas”.
De hecho, respaldó al comediante Eugenio Derbez, quien acusó en un video que le un médico le envió una carta, donde aseguraba falta equipo.
Zoé Robledo Aburto, director del Seguro Social, lo refutó.
Ahora, Bonilla Valdez dice que las cifras de la Secretaría de Salud,
las que presenta diariamente son dosificadas. Que no son actualizadas en tiempo real y que ellos tienen, con nombre y apellido, pacientes, contagiados y positivos, y, evidentemente, muertos.
Ayer, nuevamente en video, dijo que su estado tiene 72 muertos, mientras en el reporte federal aparecen con 33.
Y dice que hay un desfase de, al menos, una semana.
Acusación grave, más aún si se recuerda que el mismo Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, reveló el 9 de abril que los casos positivos no son los que se presentan todas las noches, sino que, de acuerdo con el sistema Centinela, utilizado por el gobierno federal para enfrentar la pandemia, deben ser multiplicados por 8.2.
Casos estimados, les llamó.
Ese día, por ejemplo, había 3 mil 181 casos confirmados, lo que significaba 26 mil 519 casos estimados.
Así, lo dicho por Bonilla Valdez encendió inmediatamente las redes. Ya lo sabe: twitter, facebook y más.
¿Qué pretende el gobernador, empresario y ex funcionario por el partido republicano en Estados Unidos?
Cabe recordar que busca agandallarse en la gubernatura.
Fue votado por dos años, sí, en las urnas, y pretende quedarse cinco.
Así.
Los diputados de la anterior legislatura recibieron cañonazos de a millón para avalar el agandalle.
El Trife lo declaró inconstitucional, pero hasta la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se celebró cuando Bonilla Valdez asumió y, departiendo en la oficina de éste, le aplaudió.
Actualmente, se espera que la Suprema Corte decida.
Bonilla Valdez quiere quedar bien con sus gobernados.
Pretende asumirse como el defensor de los desvalidos.
Hugo López-Gatell y el director de epidemiología de la SSa, respondieron:
-Los reportes se hacen con base en las cifras que ustedes -los estados- nos envían, suben a la red.
-El gobernador, como todos, como ya lo he dicho, merece todo nuestro respeto, dijo López-Gatell.
Lo cierto es que desde el principio de la epidemia en México, allá por febrero, el subsecretario ha tenido declaraciones polémicas y que, cuando menos, llaman al sospechosismo.
Como aquella de que Andrés Manuel no estaba en riesgo de contagiarse y que no representaba un foco de contagio al continuar en giras, besando niñas y abrazando a todos, porque él representa una fuerza moral.
O aquella de que no deben aplicarse pruebas en forma masiva, porque de todos modos nos vamos a contagiar.
De hecho, alertó que entre 70 y 80 por ciento de los mexicanos -124 millones de habitantes- serían portadores del virus, aunque no todos generarían síntomas o enfermedad.
Es decir, positivos, portadores, focos de infección, más no enfermos. Asintomáticos.
O la que pasará a la historia de que no sirve cerrar una escuela de mil alumnos con un niño contagiado, porque el beneficio sería mayor si se espera a que sean cincuenta o cien.
Coincidentemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó ayer a todos los países a a actualizar la cifra de muertos para evitar rebrotes.
Y no ha dado respuesta, tampoco, a los casos registrados como neumonía típica. Es decir, los muertos que se van así, porque no se les aplica la prueba para saber si la causa de esa nemunía fue coronavirus o covid-19.
Vámonos: Les perdonan la renta a los locatarios del Metro. Sólo, dicen, a los que estén al corriente hasta marzo. La mayoría no ha pagado.
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