TOLUCA, Méx.- Al analizar las diversas soluciones para reducir los efectos de la alta concentración de dióxido de carbono en el planeta, especialistas del Centro de Investigación en Química Sustentable de la Universidad Autónoma del Estado de México señalaron que la captura de CO2 mediante aminas es una de las más prometedoras, ya que recupera con alta pureza cerca de 90 por ciento de uno de los denominados gases de efecto invernadero.
La demanda de energía para el desarrollo de las actividades humanas, indicaron las académicas Rubí Romero Romero y Reyna Natividad Rangel, es uno de los factores clave en la emisión de dicho contaminante; precisaron que el efecto invernadero se produce cuando los rayos solares que impactan la tierra no pueden salir y ser reflejados hacia el espacio exterior por el cúmulo de gases contaminantes (dióxido de carbono y metano principalmente), situación que trae consigo el calentamiento global.
“La generación energética en el país es producida principalmente en plantas termoeléctricas, por lo que se requiere un alto consumo de combustibles fósiles que provocan la emisión de CO2”, señaló Romero Romero.
Esta investigación, adelantaron, permite avizorar los nuevos mecanismos para el cuidado del medio ambiente, pues la utilización de la monoetanolamina -una de las aminas con las cuales se busca capturar el dióxido de carbono- aplica en el proceso de producción de energía mediante termoeléctricas, del cual México obtiene casi la mitad de sus insumos en esta materia.
Las expertas universitarias, que para el desarrollo de este trabajo contaron con la colaboración de los especialistas Vidal Morales Mercado y Rosa Hilda Chávez Torres, del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), señalaron que en la actualidad, para la captura del CO2 existen tres categorías en centrales eléctricas: la precombustión, oxicombustión y postcombustión, cuya diferencia radica en el tratamiento del combustible y el comburente o sustancia que permite la combustión.Sin embargo, refirieron que las plantas termoeléctricas del país son tecnologías ya instaladas, por lo que realizar una conversión de las mismas para llevar a cabo la captura del CO2 en la precombustión y oxicombustión resultaría costoso; por tanto, el enfoque del estudio se remitió a la etapa de postcombustión, fase donde la absorción química con aminas es la más favorable.
“Se tiene ya una experiencia en la operación de estos procesos en la industria petroquímica para la recuperación mejorada del petróleo y los resultados la proyectan como la mejor opción a gran escala, como plantas de 500 MW (megavatios) o más”, comentaron Rubí Romero Romero y Reyna Natividad Rangel.
Respecto a qué sectores se colocan como los más contaminantes, advirtieron que son el transporte, así como el terciario (doméstico y servicios) y el eléctrico; destacaron que su reflexión nació luego de que la Comisión Federal de Electricidad reportó que su capacidad para producir energía eléctrica (49 mil 861 megawatts) tiene como principal fuente las termoeléctricas, con 44.82 por ciento del total.