CIUDAD DE MÉXUICO, Méx.- Director de teatro, cineasta, diplomático y presidente de la Fundación Voz de Libertad, Arturo Morell enfrenta este día el reto de realizar la espiral más grande del mundo con miles de libros, uno tras otro, alrededor de la monumental asta bandera del Zócalo de la Ciudad de México, con el fin de llevar el hábito y el placer de la lectura a los centros penitenciarios de la capital.
“La meta es que en las cárceles haya más libros que personas privadas de su libertad. La espiral inició en 2006 y se reunieron 10 mil 221 libros; en Miami realicé el segundo, y los libros fueron donados a los Centros de Formación donde asisten centenares de migrantes; en noviembre de 2017 hice el tercero logrando una donación de 13 mil 331 libros y con ellos se formó una biblioteca para el Reclusorio Oriente”.
Entrevistado en el arranque de la cuarta edición de esta actividad literaria, Morell explicó que su iniciativa pretende colocar estaciones de lectura y bibliotecas en puntos estratégicos al interior de cárceles, para que los internos, familiares y trabajadores tengan acceso a textos como una forma de superación, pues “la lectura abre nuevos mundos y en ella germina la semilla de la buena conciencia”.
Actualmente, anotó Morell, en los 10 centros penitenciarios de la Ciudad de México hay alrededor de 28 mil personas privadas de su libertad, y ese es precisamente el número de libros que se desea superar, para que efectivamente existan en las cárceles de la capital del país más textos que presos.
Con los libros que Morell y su fundación logren reunir a lo largo de este día, se espera romper la cifra de 28 mil.
“En todos los centros penitenciarios de esta ciudad existen Centros Escolares con acervos bibliográficos propios; sin embargo, únicamente dan servicio a los presos inscritos en los programas educativos, es decir, a quienes están cursando la primaria, la secundaria o la preparatoria en tanto cumplen sus condenas; estas nuevas bibliotecas darán servicio a toda la población, además de sus familiares y custodios”.
De esa forma, añadió visiblemente emocionado, “los presos leerán un libro, y cuando tengan la visita de sus familiares lo comentarán e incluso, lo podrán prestar a sus visitantes para que lo conozcan, mientras que los trabajadores de esos centros de reclusión podrán llevarlo a su casa para que sus parientes y amigos los lean y de esa manera se amplíe la espiral de lectura”, aseveró Morell.
Aunque el inicio de la espiral de hoy estaba programado para las 10:00 horas, quienes la organizan sufrieron un retraso a consecuencia de una manifestación en calles capitalinas.
Poesía de Mario Benedetti; cuentos de amor de Horacio Quiroga; la Historia de la Ciudad de México de Fernando Benítez; la “Odisea”, de Homero; “México insurgente”, de John Reed; el Gran Diccionario Larousse Español-Inglés Spanish-English; el “Libro de la imaginación”, de Edmundo Valadés y “La lotería de San Jorge”m de Álvaro Uribe, son algunos ejemplares, ya en espiral, que pronto irán a alguna cárcel de la ciudad.