Tal como sucedió en 2006 cuando ganó aiga sido como aiga sido, el presidente Felipe Calderón hará lo que sea necesario para que la candidata de su partido, Josefina Vázquez Mota, se imponga en las elecciones del 1 de julio.
La encuesta presentada el jueves en la reunión con banqueros en la que Josefina está a sólo cuatro puntos de Enrique Peña Nieto, prácticamente en un empate por el margen de error, no puede ser vista como algo que se hizo sin querer queriendo –ahora que está de moda Chespirito-, sino como un asunto premeditado que buscaba, y lo consiguió, generar polémica y agitar las de por sí turbias aguas electorales.
El presidente, igual que Andrés Manuel López Obrador con aquello de La Chingada, creyó que su reunión era privada –ante 700 consejeros de Banamex, ¡ajá!- y fueron ellos, precisamente, los que le balconearon a la salida:
“Sí, sí habló de una distancia mínima de cuatro o cinco puntos. Desconozco cuál es la razón de que dijera eso. No lo ponderó, pero estaba una lámina ahí, que lo mostraba”, dijo Rodrigo Campos, consejero de Banamex y otros en twitter le siguieron.
La semana pasada se lo dije: “Calderón anda en campaña repartiendo cash –efectivo- de la ayuda por la sequía y del programa Oportunidades como si fuera suyo”. Y así es.
El presidente ya ha dado infinidad de muestras de autoritarismo, por lo que aunque en el lejano caso de que su equipo le aconseje no meterse, al menos abierta y descaradamente, él lo hace porque es, como presume, El hijo desobediente.
“Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, reza el dicho y esa es la estrategia del calderonismo y del PAN: limitar la pelea presidencial a sólo dos candidatos, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, para, de paso, dejar fuera a López Obrador.
Y aunque el viernes en el Día de la Bandera aseguró que no volverá a hacerlo, es evidente que Calderón está dentro y no se saldrá de la carrera presidencial hasta ver la Banda presidencial cruzar el pecho de doña Chepina, quien no ha mostrado un solo mérito más que, equivocadamente, repetir como Lupita D’alessio “porque soy mujer” y “porque los cuidaré como a mi familia”.
Tal como sucedió con Vicente Fox en 2006, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Trife, concluyó que “el presidente Vicente Fox puso en riesgo con sus declaraciones e intervención la validez de la elección”, y no pasó nada, ahora lo hace el michoacano.
Fox, entonces, repetía a diario que no debía cambiarse de caballo a mitad del arroyo.
Eso causó, ¿lo recuerda?, que el entonces puntero y favorito, Andrés Manuel López Obrador, le recetara el famoso “¡Cállate Cha-cha-la-caaa!”, utilizado, entre otras cosas, por el español terrorista electoral, Antonio Solá –hoy en el equipo de Josefina-, en su contra en la guerra sucia dQel calderonismo y el célebre “un peligro para México”.
Prensa de Los Pinos, dirigida por Alejandra Sota, también vocera anticrimen, dijo en un boletín que tardó más de seis horas en emitir, que el presidente no dijo lo que dijo y que sólo había “comentado, también, información que muestra una elección presidencial muy competitiva.
“Tenemos una democracia muy vigorosa, un electorado muy responsable. Y que va a haber una elección competida”, dijo el presidente a los consejeros de Banamex, según el boletín.
“La Presidencia de la República subraya que el mandatario en ningún momento opinó ni mencionó a los aspirantes presidenciales en contienda, sus partidos o sus propuestas programáticas”, se lee en el último párrafo.
Pero fue Juan Molinar Horcasitas, secretario de Acción de Gobierno del PAN, el que enredó más las cosas, en su afán por contener la oleada de críticas al presidente: dijo que la encuesta de Mercadei, la que Los Pinos negó, sí existe, y que el PAN la pagó y la hizo pública días antes.
Ayer Calderón, nuevamente sin mencionar a nada ni nadie por su nombre, como dice el boletín citado del jueves, dijo que nunca lo ha hecho ni lo volverá a hacer (meterse en la elección).
“Me queda claro que las condiciones de competencia electoral despiertan una entendible sensibilidad política en los participantes, que reclama mucho mayor esmero y consideración por parte de las autoridades, en general, y de los servidores públicos, en particular.
“Entiendo que es fundamental que, en nuestras acciones, los gobiernos despejemos cualquier suspicacia al respecto y, por lo tanto, actuemos para que no quede duda de nuestra condición de demócratas.
“Es por ello que el gobierno federal, a mi cargo, se esmerará en evitar expresiones o acciones que puedan generar recelo o desconfianza entre ciudadanos y actores políticos.
“Como jefe de Estado, he actuado y actuaré en todo momento como demócrata en este proceso electoral, que, estoy cierto, debe ser caracterizado por la equidad y por la pluralidad.
“Como presidente de la República, hoy refrendo que respetaré, por supuesto, el resultado de los comicios y a quien resulte vencedor a través del voto libre de los ciudadanos”, concluyó.
El mismo jueves, Consulta Mitofsky reveló su encuesta en la que Peña tiene 40 por ciento, frente a 25 por ciento de Josefina y 17 por ciento de Obrador. Ciertamente la distancia se ha acortado, pero se mantiene.
El PRD presentó el viernes una queja ante el Instituto Federal Electoral, mediante Jaime Cárdenas, mientras el PRI aunque no aplaudió la posición de Calderón, se reservó.
“Se trata de encuestas y hay que verlas con cuidado, porque las encuestas no siempre reflejan la realidad, sino lo que quiere el que las paga”, dijo López Obrador.
“Me parece que está fuera de contexto y no corresponde al jefe del Ejecutivo y quien debe dar garantías y asumirse como tal. Si recuerda, la misma encuestadora en el Estado de México decía que Bravo Mena estaba cerca de Eruviel y ustedes conocen el resultado final”, dijo a su vez Enrique Peña Nieto y hasta recomendó a Calderón cambiar de encuestadora.
¿Y Josefina? Con ese aire de inocencia, dijo: “Tengo la certeza de que el presidente en uso de sus facultades y libertad está dando su opinión. Desconozco lo que dijo, porque yo no estuve”, añadió en el hotel de Polanco, sede de la reunión.
Pedro Joaquín Coldwell, líder nacional del PRI, dijo: “Es lamentable que el presidente no se comporte como tal. Los datos que está dando son falsos. El área jurídica está trabajando en eso”.
Con esos amigos ¿para qué quieres enemigos?
Y a propósito de Fox, no se ha cansado de criticar a Calderón y su gobierno, desde que en 2006 el de Michoacán dejó fuera a Santiago Creel en la carrera presidencial del PAN.
“En los próximos seis años yo no quiero otros 60 mil o 70 mil muertos con los que vamos a terminar este sexenio, porque esto no puede seguir así, hay que resolverlo, aseguró Fox el miércoles pasado así como quien no quiere y dando un llegue a Vázquez Mota, porque continuará la guerra de Calderón, que suma hasta ahora al menos cincuenta mil víctimas.
En entrevista en el programa de radio Así sucede, Fox se atrevió a criticar la veda electoral impuesta por el IFE que silencia a todos los candidatos y la calificó de marranada y kafkiana.
¿No se mordió la lengua don Chente?
Las cárceles no son nada nuevo
Que no vengan los gobiernos federal y estatales con jaladas de que la corrupción en la cárceles les espanta, cuando en prisión se paga hasta por respirar y hay padrinos para todo.
Lo sucedido en el penal de Apodaca, Nuevo León, el domingo pasado cuando se fugaron 30 Zetas –ayer dijeron que sólo son 29, porque otro está muerto, como si hiciera diferencia- tras asesinar a 44 reos del cártel del Golfo no es casual sino causal. ¿De qué hablo?
¿Cómo es posible que el director de la cárcel, Gerónimo Andrés Martínez, haya sido cesado de Santa Martha Acatitla por corrupción y haya sido nombrado en Apodaca?
¿En estos tiempos en los que la tecnología permite saber casi cualquier cosa de todo el mundo no se haya dado un teclazo aunque fuera en Google para conocer sus antecedentes o de perdis para entrar a su perfil en facebook para ver si tiene amigos (sólo eso faltaba)?
Todo apunta, entonces, a una red de corrupción que coloca a un funcionario cesado en otro de inmediato, sin que, siquiera, se haga una llamada telefónica para preguntar por él.
Y Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León, vive acaso la peor crisis desde que asumió debido a los errores de sus subordinados y a que, ciertamente, el crimen domina y manda.
La crítica del jueves de los empresarios, en una entidad industrial, es muy grave, porque son ellos quienes exigen seguridad para sus dineros. Urge que Medina ponga orden y ayer, por lo pronto, cesó a su secretario de seguridad, el que avaló a Andrés Martínez.
LeBarón deja un hoyo a Sicilia
Julián LeBarón anunció que deja el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que dirige el escritor, poeta, periodista y pontífice Javier Sicilia.
¿El motivo? Que el grupo ha dejado de ser rebelde y protestante y se ha convertido en comparsa de partidos políticos y gobierno. Y razón no le falta.
“Terminé por darme cuenta que la principal función del Movimiento, se convirtió en ser un interlocutor con los partidos políticos y el gobierno: reo que estas instituciones y poderes no pueden ayudar sin dividir más, endeudar más y fracasar más”.
“¿Qué hacemos los ciudadanos?, pregunta el ranchero mormón de Chihuahua. Dice que no abandonará a Sicilia, pero pinta su raya. Parece que hay gato encerrado.
Premian a Cocoa y a Cordero
Y mire cómo todos son iguales. Los panistas le dieron por orden celestial a la espiada –por aquello de los presuntos billetazos para comprar votos en Michoacán- doña Luisa María Calderón Hinojosa, Cocoa pa’los cuates, hermana del presidente una senaduría plurinominal.
¡Ah, pero ahí no termina todo!
A Ernesto Cordero Arroyo, ex secretario de Hacienda, ex precandidato presidencial fracasado y a quien seis mil pesos le alcanzan para todo, también lo metieron en la lista, así como quien no quiere la cosa. Ambos perdedores tienen así su premio de consolación.
¿Y quién pone orden en San Lázaro?
Con acusaciones de corrupción y jaloneos, los diputados se acusaron de todo después de que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ventilara sus triquiñuelas, sus irregularidades y su manejo a discreción de millones de pesos.
El vicecoordinador de la bancada del PAN, Carlos Alberto Pérez Cuevas, como siempre defendió lo indefendible y hasta acusó al PRI de tener miedo –igualito que el jueves, después de conocerse las encuestas-, pero no supo explicar la falta de facturas y comprobantes.
Y es que el priísta César Augusto Santiago les dio hasta con la cubeta, al balconear un guardadito de hasta 332 mil millones de varos –leyó bien-, listos para la campaña.
En respuesta, el priísta Sebastián Lerdo de Tejada dijo que es lamentable ver a los panistas como plañideras inventando cortinas de humo, cuando buscan tapar la corrupción en la que está hundido el gobierno federal.
Pablo Escudero Morales, del Verde, con una manta que desplegó ejemplificó la corrupción: Estela de Luz mil 176 millones de pesos y un monumento en Londres, Inglaterra, de característica similares, 470 millones. Ahí nomás.
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