CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Las reflexiones de 12 artistas sobre los postulados del filósofo Zygmunt Bauman y los escenarios de la contemporaneidad, son presentadas en la muestra Cartografías líquidas, que hasta el 17 de septiembre estará en exhibición en el Museo de Arte Carrillo Gil.
La exposición reúne la obra de seis creadores mexicanos y seis españoles, con la idea de celebrar los 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y España y al mismo tiempo hablar, desde el arte contemporáneo, de los escenarios del mundo actual.
“La gente se va a encontrar propuestas verdaderamente innovadoras en relación al espacio, a la economía, a la historia, a la idea del archivo como una forma de construir un universo y un relato sobre un tema específico, a la idea del objeto histórico y su relevancia contemporánea y a la idea de la tradiciones. Todos esos aspectos se manifiestan en unos objetos y unas propuestas verdaderamente innovadoras”, señaló Carlos Palacios, uno de los curadores de esta muestra.
En Cartografías líquidas se presentan instalaciones, piezas convencionales, archivos, fotografías y videos, obras que crean un universo de imágenes en propuestas más allá del objeto y del relato formal del arte tradicional, a veces en piezas cuya materialidad no existe, como puede ser un paseo por la ciudad, que presenta en fotografía y video Emilio Chapela.
La muestra abre con El oficio del adversario, instalación de Morelos León Celis realizada con fotografías intervenidas con flechas, mientras que Carlos Aires presenta 30 minutos 15 € que además de un muro con bastidores de madera estucados, incluye una intervención en el techo del museo.
Asunción Molinos exhibe El campesino tiene un azadón, instalación hecha con 25 hojas de papel y Miguel Fernández de Castro participa con Batuc, una videoinstalación sobre los pueblos que sucumbieron bajo las aguas para la construcción de la hidroeléctrica Plutarco Elías Calles.
Por su parte, Ana Roldán presenta Strangers at home, una instalación donde plantas, esculturas y fotografías conviven con objetos tan extraños como piedras, sales y palomitas de maíz; Rosell Meseguer exhibe una instalación de archivo sobre los ovnis y la guerra fría y Mauricio Orduña hace lo propio con Combustível, un pajarito que se deshace en petróleo.