CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Con un recorrido por los sonidos musicales del barroco, el romanticismo del siglo XX y un poco de jazz, el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes evocó a los literatos Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare, de quienes este 2016 se conmemora su 400 aniversario luctuoso, en un concierto realizado la noche del sábado 24 de septiembre en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Obras de Boismortier, Purcell, Schubert, Macfarren, Mendelssohn, Chausson, Vaughan Williams, Halffter y Shearing integraron el programa celebratorio, las cuales fueron seleccionadas por el pianista y cantante español Carlos Aransay, quien fungió como director huésped.
Además de música ejecutada al piano por Héctor Cruz, los presentes disfrutaron de las letras en los idiomas francés, español, alemán y con acento castellano, obras corales a capela, algunas con violín y contrabajo, que ofrecieron un toque especial a la presentación.
Con la dinámica de explicar previo a cada ejecución de qué trataban las piezas y en el texto de que autor se basó, Carlos Aransay agradeció a la audiencia su presencia y se dijo honrado de dirigir al Coro de Madrigalistas en un programa escueto y rápido de música clásica que tiene la presencia de Shakespeare y Cervantes.
El evento conjugó la música coral con textos de ambos literatos, en la que los miembros del coro hicieron referencia a las diferentes historias escritas por los reconocidos literatos a nivel mundial.
El creativo español expuso que las piezas que seleccionó para la presentación han sido pocas veces presentadas en México, y que considera joyas por su calidad lo que le queda de maravilla al Coro de Madrigalistas.
“Este coro reúne a grandes cantantes profesionales, este es un programa basado en poetas y dramaturgos, por lo que al texto se le da mucha importancia”, comentó Carlos Aransay.
El evento inició con dos obras del género de ópera barroca, primero una pieza dedicada a Cervantes Don Quichotte chez la Duchesse (Don Quijote en la mansión de la Duquesa) del francés Joseph Bodin de Boismortier, en la que se escucharon los movimientos Liberté (Coro de los amantes), Qu’il frémise (Coro de los demonios) y Chabtons ses feux (Coro de los japoneses).
Le siguió un homenaje a William Shakespeare con la obra del británico Henry Purcell The Fairy Queen (Sueño de una noche de verano), de la que se escuchó Hail, hail, A thousand ways, Hush no more, y Sing while we trip it, donde los integrantes del coro fungieron como hadas y duendes.
El momento romántico llegó con las piezas Stândchen: Horch die Lerch (Cimbelino) del austriaco Franz Shubert; Orpheus with his lute (Enrique (VIII) de George Macfarren, y Nunzûndet an (Las bodas de Camacho) de Felix Mendelssohn, ésta última poco conocida y que el compositor alemán estrenó a la edad de 15 años.
Después se escucharon piezas del post romanticismo del británico Ralph Vaughan Williams No longer mourn for me, basado en el soneto 71 de William Shakespeare que hace pocos años se dio a conocer; y Serenate to music (El mercader de Venecia) en la que participó el violinista Augusto Alarcón y que Carlos Aransay invitó a la audiencia a disfrutar imaginando que se escucha sobre un tejado viendo las estrellas, al término de la interpretación los presentes reconocieron con fuerte ovación las voces de 16 integrantes del coro que al momento de sus solos mostraron su calidad interpretativa y rango vocal.
Le siguieron Tres epitafios op. 17 del español Rodolfo Halffer, uno de los compositores favoritos del director huésped, quien destacó que estas obras fueron escritas especialmente para el Coro de Madrigalistas. En el marco de la celebración a Cervantes fueron interpretadas Para la sepultura de Don Quijote, Para la sepultura de Dulcinea, y Para la sepultura de Sancho Panza.
El concierto llegó a un momento de diversión, con la ejecución de obras de George Shearing basadas en obras de William Shakespeare, en la que se escuchó el contrabajo de Carlos Rangel, y el director y coristas bailaban sobre el escenario: Live with me and be my love, When daffodils begin to peer, It was a lover and his lass, Spring, Who is Silvia? Fie on sinful fantasy y, Hey, ho, the wind and the rain.
Los coros de ópera y de cantantes solistas arrancaron a la audiencia otra sonora ovación, lo que la agrupación coral y los músicos agradecieron interpretando de nueva cuenta Spring y Live with me and be my love.
El Coro de Madrigalistas fue fundado en 1938 por Luis Sandi con la finalidad de difundir la música coral en todas sus manifestaciones, objetivo que se ha cumplido en sus casi 80 años de actividad artística.