WASHINGTON, EU.- El cierre del gobierno de Estados Unidos enfilaba a prolongarse hasta el año próximo después que el moribundo Congreso en funciones se declaró en receso, sin visos de una pronta solución que parece ahora quedará en manos de la siguiente legislatura que asumirá el 3 de enero.
Al cumplirse el sexto día de
la suspensión de labores que afecta a 800 mil trabajadores, el presidente
Donald Trump y los demócratas en el Congreso no cedieron posiciones en su
batalla sobre el muro que el mandatario quiere construir en la frontera.