LONDRES.- Un servicio religioso en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor despidió a la que ha sido la soberana británica durante más de siete décadas.
Tras el gran funeral oficiado en la Abadía de Westminster, en el centro de Londres, la ceremonia en Windsor fue un acto más recogido, con unos 800 invitados, entre ellos miembros de las casas reales europeas.
El rey de España, Felipe VI, y la reina emérita Sofía se desplazaron a Windsor tras haber asistido al funeral en la capital británica, mientras que la reina Letizia no pudo asistir a la misa al deber tomar un vuelo con destino a Nueva York y el emérito Juan Carlos declinó la invitación.