TLALNEPANTLA, Méx.-Un gobierno que genera confianza logra la participación ciudadana, de empresas privadas, instituciones educativas y organizaciones civiles en la reforestación del Parque Ecológico Sierra de Guadalupe con 50 mil árboles, dijo el alcalde Pablo Basáñez García, al hablar de la clara muestra de correspondencia de la sociedad con su administración.
Al clausurar la Campaña de Reforestación 2013, y en un claro compromiso con el medio ambiente, el alcalde señaló que para proteger el pulmón más importante del Valle de México los gobiernos de Tlalnepantla, Ecatepec, Coacalco y Tultitlán crearon el Fideicomiso para el Rescate y Preservación del Parque Estatal Sierra de Guadalupe.
Informo que la campaña que hoy concluye fue posible gracias al compromiso de 59 empresas socialmente responsables, COPACIS, y la participación de más de 3 mil voluntarios que juntos lograron consolidar los 3.37 metros cuadrados de área verde por habitante.
Las tareas de reforestación se realizaron durante 13 sábados a partir del 22 de junio y hasta el sábado 07 de septiembre, en donde participaron servidores públicos, empresas responsables con el medio ambiente, asociaciones civiles, escuelas y todos aquellos interesados por el cuidado de la ecología.
El director de Medio Ambiente, Víctor Hugo Arredondo Juárez puntualizó que árboles como pirules, ratamas, acacios, pinos gregil y cedros fueron donados por la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Estado de México, a través de un convenio de colaboración.
Contribuyendo así en la preservación del medio ambiente, impactando positivamente en la fauna y la vegetación, se plantarán y darán mantenimiento a árboles de distintas especies en el predio denominado Cola de Caballo y ejido de San Bartolo Tenayuca, Parque Ecológico Sierra de Guadalupe, en la zona que corresponde a Tlalnepantla.
Constituida como el último reducto de extensión considerable de recursos naturales y áreas cubiertas de vegetación al norte de la Ciudad de México, conformada fundamentalmente por bosques de encino, matorrales y pastizales, la Sierra de Guadalupe forma una barrera natural contra la contaminación y degradación del ambiente, ya que interrumpe áreas con usos urbanos, industriales, explotación de minerales y áreas deforestadas.