El cochinero continúa.
Habrá una tercera encuesta.
Como en la que se hizo para conocer la popularidad, Porfirio Muñoz Ledo volvió a derrotar a Mario Delgado Carrillo, pero, extrañamente, la distancia se acortó.
De 14 puntos de diferencia – 41 por ciento, por 27, respectivamente- pasó a .05 centésimas.
Un 25.34 por 25.29 por ciento, con margen de error de +/- 1.86 por ciento y +/- 1.73 por ciento.
Esa es la conclusión de Covarrubias y Asociados, Parametría y BGC Ulises Beltrán y Asociados S.C.
El resultado trae a la mente, sin poder evitarlo, aquel 0.56 por ciento entre Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa, de 2006.
Ese que el presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, obligó a no dar un ganador la noche del 2 de julio y mandó a los mexicanos a dormir sin un resultado en las elecciones.
Y el fraude de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato del Frente Democrático Nacional (FDN) arrasaba en la presidencial a Carlos Salinas de Gortari y se cayó el sistema o se les fue la luz.
Al retomar el conteo de votos, el hoy llamado Innombrable ya iba arriba de Cárdenas.
De ese fraude nació el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que hoy ha derivado en Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Porfirio, veterano de 87 años de edad, morenista de corazón priísta y militante de todo partido conocido o por conocer, acusa un fraude igual o peor que el de 1988 y se dice indignado por la inmoralidad cometida.
-¿Cómo es posible que del doble de ventaja ahora, así, magia, se haya acercado Delgado? Yo gané, sin importar el porcentaje, y voy a tomar posesión el próximo lunes, dijo ayer en incontables entrevistas.
-Acudiré, de ser necesario, a la Suprema Corte, porque esto es un asalto, un complot y un fraude, insistió el diputado de Morena y ex presidente de la Cámara.
Delgado, por su parte, se declaró satisfecho con el resultado y aseguró que en la próxima encuesta derrotará a Porfirio.
-La tercera es la vencida, dijo en un video y en entrevistas.
Lo cierto es que el cochinero morenista continúa.
Porfirio acusa fraude, pero deberá probarlo.
El INE, mediante tres empresas, organizó el sondeo cuando el devaluado y desprestigiado Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife, para más sencillo), que se metió a la vida partidista, ordenó la encuesta, reculó, y volvió a recular al avalarla, asegura que los resultados y la metodología están en su página y descarta una triquiñuela.
Patricio Ballados Villagómez, Director Ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE, anunció desde mediodía que los resultados estarían listos el viernes, ayer, un día antes de lo previsto, para evitar especulaciones, porque no tenía sentido esperar.
Y dice que el INE previó, junto a las encuestadoras, previó un empate.
-Vamos a una tercera encuesta, donde únicamente participan los dos candidatos empatados. La boleta contendrá sólo los nombres de Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado Carrillo, informó pero no dio fecha para la tercera ronda, sólo que se hará en cuanto sea posible.
“Las cifras son las que son y no dan para más. Y ahí están la base de datos y la metodología”.
La guerra de tribus que se importó del Partido de la Revolución Democrática (PRD), porque la mayoría de los morenistas chapulinearon por convenencieros, tiene al partido hundido en la peor crisis de su aún incipiente vida.
Está en juego el mando del partido por los próximos tres años, hasta 2023, lo que pasa, necesariamente, por la elección intermedia de 2021, la selección de candidatos para la Cámara de Diputados, las quince gubernarturas y los más de mil 800 cargos municipales.
Es una estructura rumbo a la candidatura presidencial de 2024.
Es una disputa entre Marcelo Ebrard Casaubon, amigo de Andrés Manuel López Obrador y su preferido, representado por Mario Delgado, su operador desde el gobierno del entonces Distrito Federal, y el resto de los grupos, entre los que destaca Claudia Sheinbaum Pardo, quien sueña con ocupar la silla de Palacio Nacional.
Y ahí aparece, por supuesto, la mano de Ricardo Monreal Avila, coordinador de los senadores de Morena, que utilizó a Alejandro Rojas Díaz Durán como cebo para quienes mordieran el ansuelo.
Hasta Andrés Manuel ya pidió que se solucione el relevo en la dirigencia, que lleva más de un año.
-Ya, al carajo con el oportunismo, dijo hace unos días al referirse al proceso, al relevo.
Las empresas acostumbran en las encuestas de salida de una elección no dar un ganador cuando hay una diferencia igual o menor a 3 puntos ( +/- 3 puntos), lo que es considerado un error por otros profesionales de la estadística, la probabilidad y la actuaría.
Too close to call es al anglicismo que, traducido al español o castellano, significa “muy cerrado como para dar resultado”.
“Los resultados de las tres bases de datos integradas no permiten dar un ganador claro a la presidencia del partido Morena. Los limites inferior y superior de los intervalos de confianza se traslapan entre las dos primeras posiciones que son Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo, en el agregado de las mediciones. Para la Secretaria del partido se observa entre las mujeres una ganadora clara: Citlalli Hernández. En el caso de los hombres se observa un empate por los intervalos de confianza entre Emilio Ulloa y Carlos Montes de Oca”, dicen las conclusiones de las tres encuestadoras.
Vámonos: ¿Por qué cerró operaciones la Bolsa ayer?
Que se les cayó el sistema.
Ocho horas después, en un boletín, dijeron que se descompuso un motor de negociación.
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