Lo que todo padre de familia debe saber sobre el país.Parte 6: El Sorprendente Capital Económico que Genera el Consumo de Drogas.
La posición geográfica del país es un factor determinante para el tráfico internacional de drogas, lo que desborda en una competencia entre cárteles que buscan posesionarse del territorio por donde pasan las rutas del trasiego de estupefacientes. Al igual que otros países de Centro y Sudamérica, México reúne las condiciones para la siembra, procesamiento, consumo y traslado de drogas, así como para el tráfico de personas, que es un negocio denigrante, pero que ha resultado altamente rentable para la delincuencia organizada.
El territorio nacional está equipado con infraestructura portuaria, carretera y de aeropuertos en puntos estratégicos para los traficantes, al grado de convertirse en un negocio ilegal de carácter trasnacional. Además del control que los cárteles mexicanos tienen de Guatemala y Belice como países clave para el traslado de estupefacientes provenientes de Sudamérica, su éxito real es la colindancia con la frontera de 3,200 kilómetros con los Estados Unidos (E.U.A) el mayor consumidor de drogas en el mundo, con 34.8 millones de consumidores, esto es el 17.4 por ciento del total mundial que se calcula en 200 millones, de acuerdo a datos del 2005, dados a conocer por la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas (UNODC por su siglas en inglés)[1]. Por más esfuerzos realizados por el gobierno norteamericano, para evitar el tránsito de la droga hacia su territorio, siguen recibiendo grandes cantidades de cocaína, heroína y metanfetaminas, situación que se refleja en un grave problema de salud pública que cuesta anualmente 97.7 mil millones de dólares por el tratamiento a los adictos.
Tan sólo en el 2009, se estimó que 4.8 millones de personas consumieron algún tipo de cocaína en los E.U.A., lo que significa el 41 por ciento del mercado internacional de la cocaína. Si tomamos como referencia los datos del Reporte Mundial de Drogas 2009 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el mercado de la cocaína consumida en este país estaría generando alrededor de 50 mil millones de dólares. De ese gran total de cocaína, cerca del 90 por ciento pasa por el corredor Centroamérica-México.
En términos globales, en el 2009, cerca de 38 millones de estadounidenses consumieron drogas, lo que representa un aumento de 2.5 millones con respecto al 2008. La mariguana es la droga de mayor consumo con 28.5 millones de usuarios. Desafortunadamente, entre 1999 y 2007, se duplicó el número de muertes por consumo de drogas; solo en el 2007 se registraron 38 mil decesos[2].
Por el potencial de consumo en el mundo, se tiene un cálculo de 322 mil millones de dólares generados por venta de drogas ilícitas, de acuerdo a datos publicados en el año 2003. De este gran total, E.U.A participa con 125 mil millones de dólares, aunque oficialmente reconozca una cifra inferior a los 65 mil millones. Esto los ubica en el 38.8 por ciento del total de recursos generados por la venta ilegal de drogas[3].
En un ejercicio con datos del 2003, se tiene que el valor inicial de 6 mil millones de dólares por el total de drogas vendidas en los E.U.A, sube a 25 mil millones de dólares por ventas al por mayor y llega hasta los 93 mil millones de dólares por ventas al menudeo. Esa es la verdadera capacidad de generar recursos por parte de los narcotraficantes. De todas las actividades vinculadas al crimen organizado, el tráfico de drogas es el más rentable y el que los hace más peligrosos y violentos. Es el poder real que tienen para amenazar la estabilidad social, afectar la continuidad de los sistemas políticos y someter a los gobiernos, por corrupción o subordinados por su brazo armado.
De acuerdo a informes de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) dados a conocer en marzo del 2009, “los narcotraficantes mexicanos adquieren cada kilogramo de cocaína en 1,762 dólares, pero cuando lo venden en Estados Unidos su valor es de 28,000 dólares más, es decir, alcanza los 30,000 dólares aproximadamente”[4]. Pero, si este kilogramo llega a Europa puede costar hasta 44 mil euros. Lo sorprendente es que cada kilogramo de cocaína pura puede dividirse hasta en cuatro veces, con un costo de 60 a 70 euros por gramo. Se puede apreciar que las ganancias son enormes, descabelladas. Si a Italia llega un kilogramo y lo “cortan” en 4.5 veces y el costo por gramo es de 60 euros, la cantidad obtenida será de 270 mil euros por ventas al menudeo.
De los 125 mil millones generados en E.U.A. por ventas al menudeo, los cárteles mexicanos reciben e introducen al país entre 23 y 27 mil millones de dólares anualmente, esto es, entre el 18 y 22 por ciento. Todo este dinero tiene la urgente necesidad de ser lavado para cambiar su rostro criminal a actividades lícitas, normalmente a través de empresas legítimamente establecidas, que sirven de socios a los narcotraficantes que, a la vez, están plenamente dispuestos a pagar sus impuestos a la hacienda pública. No importa tributar, lo relevante es el blanqueo de su enorme poder económico.
Para el caso del consumo de drogas en México, en marzo del 2010 se estimó que había cinco millones de consumidores, lo que genera alrededor de 13 mil millones de dólares al año. Se calcula que en México se vendieron más de 6,760 millones de dosis en el 2009, cifra que resulta de dividir los 13 mil millones de dólares entre 25 pesos de costo promedio por dosis. Si la cantidad de droga se divide entre los cinco millones de consumidores estimados cada adicto consumiría 1,352 dosis al año, es decir casi cuatro por día, lo que en términos monetarios tendría un costo cercano a los cien pesos diarios[5].
México pasó de ser un país de tránsito a ser una Nación consumidora. Según se analiza, este salto se dio cuando cerraron a los narcotraficantes colombianos las rutas de entrada de las drogas hacia los E.U.A. por el mar Caribe, lo que obligó a buscar nuevas vías, que fueron localizadas en territorio mexicano. Esta medida provocó una oferta local de drogas que creció después de los atentados terroristas en E.U.A. que cerró sus fronteras afectando sustantivamente el tráfico de drogas hacia el mercado norteamericano.
Desde la década de los noventa, los cárteles mexicanos ya recibían el pago en especie de sus socios colombianos y eso provocó un excedente de mercancía que empezó a ser colocada entre los consumidores nacionales. Adicionalmente, el pago de hasta la mitad de la carga contribuyó a que los novatos traficantes mexicanos consiguieron expandir sus propias redes de distribución mayorista a Estados Unidos[6]. De esta forma, pasaron a controlar entre el 60 y 90 por ciento de la cocaína; a ser el principal proveedor extranjero de cannabis (marihuana) representando cerca de dos terceras partes del total importado; y, a controlar entre el 70 y 90 por ciento del abastecimiento de metanfetaminas (ATS). Todo hacia el mercado de consumo norteamericano.
En su conjunto, los cárteles mexicanos obtienen ganancias estimadas en 25 mil millones de dólares. Como lo refiere Francesco Forgione al definir al narcotráfico: “No existe ninguna otra mercancía ni ciclo productivo en el mundo capaz de crear tal plusvalía y un beneficio de tales proporciones, presto a dispersarse y entrar en el círculo de la economía, en el mercado y en los circuitos financieros legales”[7].
Este es el atractivo y encanto de los narcotraficantes mexicanos, algunos de ellos con escasa instrucción educativa, pero se “codean” con los círculos del mundo del espectáculo, del poder financiero, empresarial y político del país. Incluso, se involucran en el pago de campañas y carreras políticas para tener gobiernos amigables a su actividad delictiva.
La simulación política sigue navegando en el mar de la complicidad, en la corrupción de las estructuras del aparato estatal. La pregunta sería ¿Cómo se lavan 25 mil millones de dólares, sin que el sistema fiscal lo detecte? ¿Cuál es la diferencia entre traficantes y hombres de negocios?
** Ex Presidente Consejero del Instituto Electoral del Estado de México.
[1] Ver. Una Pesadilla Silenciada. La esencia y el desafío de las drogas ilícitas. Capítulo 1. Uso y abuso de drogas. Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana. México, 2010. Página 41.
[2] Según datos, dados a conocer el 6 de marzo del 2011, por la “International Board for Narcotics Control” (INCB). En español, “Junta Internacional de fiscalización de estupefacientes” (JIFE).
[3] Ver. Op. Cit. Página 75.
[4] Ibid. Página 241.
[5] Ver. http://www.cnn.mx/nacional/2010/03/02/el-valor-del-mercado-de-drogas-en-mexico-asciende-a-13000-mdd
[6] Ibid. Página 102.
[7] Ibid. Página 24.