En la entrevista con Charlie Rose, de la cadena televisiva del millonario alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, el presidente Felipe Calderón hizo varias declaraciones que sacudieron a México, como ha sido una constante de los presidentes panistas al salir de viaje.
Cuando Vicente Fox se iba de gira solía soltar dichos polémicos, acaso para llenar el vacío de su improductivo gobierno y Calderón ha mantenido esa tónica.
En la entrevista de esta semana en el marco de su gira a Nueva York y Washington, Calderón habló, por supuesto, de su guerra contra el mal y el crimen que azota a México: de un proyecto para vender acciones, que luego dijo son bonos, de Petróleos Mexicanos (Pemex), y de que Carlos Slim es el hombre más rico del mundo gracias a que es muy trabajador, pero “no permitirá monopolios” porque es la autoridad y debe aplicar la ley.
Calderón dijo en la entrevista que sólo el uno por ciento de los muertos en la guerra que declaró, es gente inocente, lo que significa que de los 40 mil muertos, más los que se acumulen esta semana, apenas cuatrocientos no tenían nada que ver con los malandrines, eran mexicanos imprudentes que se atravesaron a las balas del Ejército y de las fuerzas federales o de los sicarios cuando menos debían.
¿Cómo lo ve?
Si eso fuera cierto, entonces sólo con los 183 cuerpos desenterrados de las fosas clandestinas de San Fernando, Tamaulipas, en abril de este año, los 72 migrantes ejecutados en agosto de 2010 en el mismo municipio, y los más de 200 de Durango, actualmente, se alcanza ese porcentaje.
Y no queda ahí. Dijo que el setenta por ciento de los muertos son producto de la guerra entre cárteles, el cuatro por ciento agentes o servidores públicos y “uno por ciento, aproximadamente, víctimas inocentes”. ¿Y el 25 por ciento restante? No dijo, aunque por ahí en la oficina del vocero de seguridad, Alejandro Poiré, se compusieron las cifras.
Lo de la apertura de Pemex es una ocurrencia, porque ni siquiera ha empezado a construir la nueva refinería de Hidalgo.
Y ya encarrerados, dijo en la asamblea nacional del Consejo de las Américas que está en contra de la legalización de las drogas y exigió coherencia a Estados Unidos, porque “México se convertiría en el paraíso -¿más?- de los criminales del mundo”.
“Y si estoy venciendo a los criminales de Apatzingán, pues al rato voy a combatir también a los de Afganistán, y de Pakistán, y de muchos tan de todo el mundo”.
Y le faltaron los de Huentitán –Jalisco- o Taretán –Michoacán-? Je, je, je.
¡Ahhh! ¿y qué tal su comparación con Winston Churchill de ayer al regañar a los funcionarios de su gobierno?
Hizo un símil de los toros al futbol americano. Del último tercio, “que es el que cuenta”, al deporte de las tackleadas, donde se refirió al último cuarto. Es más, a la pausa de los dos minutos.
Bono, bono en Los Pinos
Y la semana en la que la atención la acaparó el grupo irlandés U2 y su gira 360° Tour –que concluyó con su tercer concierto en el Azteca-, no podía haber cerrar sin que Bono, cantante y activista, visitara Los Pinos.
Y es que el miércoles, al concluir su primera presentación, se refirió a la violencia que azota a México:
“Si nos lo permiten, queremos dedicar esta última canción a todos los que han perdido a sus seres querido por la violencia en este país”, dijo Bono.
“Y México necesita saber que no está solo, que el resto del mundo está con ellos”, añadió. Moment of surrender, donde refiere a un adicto que superó las drogas, fue la rola dedicada.
Y eso le valió ir a Los Pinos.
La marcha de Sicilia
¿Resbaló la marcha de Javier Sicilia?
La exigencia de que Genaro García Luna deje la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) sorprendió a todos. Y no porque sus resultados sean sorprendentes o tangibles o porque merezca mantenerse en el cargo, sino porque su salida no solucionaría nada.
De ser así, no sólo se iría García Luna, ya que la lista sería interminable y ni así cambiarían las cosas.
¿Fue por la emoción del momento y la presión de ver a más de 85 mil personas en la plancha del Zócalo y no estar acostumbrado? Tal vez.
¿Alguien lo aconsejó o le sugirió antes de subir al templete? Puede ser.
¿Pagó derecho de piso o factura por la ayuda recibida de la izquierda en el gobierno capitalino y el partido? Puede ser.
Lo cierto es que la exigencia fue lanzada a Calderón y eso sacudió a quienes de buena fe se sumaron a la manifestación.
Sicilia calló hasta el jueves, cuando en conferencia dijo: “Se ha leído muy mal el pacto de seis puntos. Los medios le han dado mayor importancia a la demanda de la renuncia de García Luna, cuando no es lo fundamental”. Reculó, cierto, pero tiene razón.
Porque nadie puede negar que en la marcha hubo acarreados, infiltrados y quienes buscan algo más que justicia.
Pero quienes se espantan y censuran a Sicilia no ven que de esa marcha y ese movimiento bien puede surgir un nuevo movimiento y una nueva vertiente de la izquierda, con la que se ha identificado siempre el escritor y poeta.
¿Por qué no exigir la salida de García Luna? Y quienes dicen que la marcha se politizó. Sí, por supuesto, ¿Hay algo malo en ello?
¿No todo movimiento social históricamente deriva en eso precisamente?
Sicilia, de la tragedia que significa el asesinato de su hijo, la que nadie puede ni debe rebatir, se ha convertido en un nuevo personaje político, con miras al año electoral en el que habrá sucesión en Los Pinos.
Y por ahí en las altas esferas del gobierno federal, se dice que Sicilia exigió la salida de García Luna, debido a esas ligas con la izquierda precisamente, entre las que destaca hasta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y hasta relaciones con la revista Proceso, donde se publicó desde el sábado anterior a la marcha el discurso completo del poeta.
Aseguran que después de que publicó en su portada la foto de Julio Scherer junto a Ismael El Mayo Zambada, se tensó la relación con la SSP por lo que García Luna opinó al respecto. Por eso Sicilia pide la cabeza de Genaro.
El gobierno federal, temeroso antes de la marcha, seguramente estará más ahora, al darse cuenta que Sicilia tiene mucho, mucho camino por recorrer.
Y la oferta de Calderón, más de lo mismo: diálogo, diálogo y diálogo. ¿Y?
Sin duda, de los 85 o 90 mil participantes en la marcha del domingo, un gran porcentaje eran acarreados.
La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) participó con al menos ocho mil guerreros, que recibieron transporte y alimentación para acudir espontáneamente. Todo apunta al gobierno capitalino.
Migración, putrefacta
La podredumbre en el Instituto Nacional de Migración (INM) no es cosa nueva.Cuando el INM no existía, eran los agentes de la desaparecida Policía Federal (la de los ochentas, la de aquellos agentes de prominente abdomen, botas vaqueras de pitón, cinturón piteado, pistola al cinto, reloj Mido de oro y cadenas del mismo metal en el cuello), no la de hoy de Genaro García Luna, quienes bajaban a los migrantes de los autobuses para extorsionarlos.
¿Dónde queda la responsabilidad de Cecilia Romero, ex comisionada del INM y hoy secretaria general del PAN, quien se atrevió a decir que la ejecución de 72 migrantes en agosto de 2010 se le atravesó?
A su salida llegó Salvador Beltrán del Río que, por lo que se puede ver, tampoco ha hecho nada. Hoy, por supuesto, con la acusación de los migrantes rescatados en Tamaulipas, quienes acusaron a los agentes migratorios mexicanos de haberlos bajado de los autobuses de pasajeros y entregado a Los Zetas, entonces anuncia una limpia y purga.
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