¿Qué paso mi Checos cuantos añejos sin verte? Me vas a resquebrajar el atractivo, mi sangre, que digo, mi hermano… Yo no tengo hermanos “puñales”, atajo el Checos. Quien se había agarrado bien adormilado al Tenoch en aquel jardín donde reposaba de las emociones solazándose con las estrellas del infinito universo. Me quieres ver la cara tienes una deuda y esas se cobran con sangre, ¿qué paso mi Checos aguanta, somos gente civilizada no?, que no viste el show que me cargo, los muertos del Quinto Infierno, son mis fans, aguanta , para que la rudeza innecesaria, sudaba perlas ya el Tenoch y el cicirisco ya estaba húmedo. El corazón más que agitado, y la mente pensando como, librarla de aquel hijastro del demoño, lo exigían al máximo. Ni que te debiera tanto, si solo fue una “cuarteto de mostaza” y traía un buen de guarumo y re mal pesado, mi Checos, yo te debería demandar ¿cuanto te debo? Y ya párale que me estás poniendo de malas, dijo el Guitarrista del asfalto que se paraba con el culo bien adolorido y la adrenalina hasta arriba, la adrenalina, siempre con la alta tensión, ahí viene mi representante además. Y en eso ya venia el gabachon ojiclaro con su camisa verde bandera de Polo number 2 con otro bato narigón que no se le separaba, los estaban observando a distancia y que el primero le avienta un “garbanzazo” de la matona Magnum a los pies del Checos, ¿qué paso mi Barby? a lo que contesto furibundo cálmate con mi Guitarrista, si quieres seguir con vida llévatela tranquila este güey es mi cuate y cante poca mother, y que se va el Checos rumiando su enojo, como alma que llevara el demonio. Junto con la Barby, su compadre el David Karlos, así le nombraba, le solicitó al Tenoch, ¿Creó que estas en deuda?
Tenemos que ir a dar una serenata a unas jainas de mi compayito. A donde quieran, repuso el Tenoch, ese güey ya me estaba hostigando, si no llegan le pongo en toda su cara, a donde va ser el Gallo, traigo bien ensayado el struckazo, respondió, el Guitarrista Fantasma.
Trépate, vas a conocer la Barranca Mulata, allá por Naucalpunk. Al fin que ya me había aburrido, aclaró el Fantomas y que se arrancan en la Hommer. Esta si es adrenalina iba pensando el Tenoch, no me puedo quejar la velocidad a todo lo queda, mientras ya se fumaba una pipa de agua arabesca que había llegado a su diestra, mientras que con la chueca apretaba la de palo, la guitarra que le había regalado su santo padre, de quien recordó aquellas palabras, “Algún día esta “lira” te salvara la vida y de muchas atribulaciones, trátala con cariño que es mi persona”…y también recordaba al Jarocho, aquel músico callejero, que tocaba el banjo, la guitarra, todo viejo sibarita, quien le había enseñado los primeros acordes, y a chupar del fino y del marrascapache-rascuachon , porque decía: “no hay peor trago que el no se infla, pero con alegría y entusiasmo ¿por que el que no vino a chupar vino a este mundo pues a que vino?” era la interrogante cotidiana, permanente por aquel barrio de San Lucas Matoni, donde por las calles se colaba a los cantones los sonidos de los tambores colombiano-africanos de las cumbias y los acordes rocanroleros de “El baile de las mil danzas” o cuando “La electricidad llego a Arkansas” y todo combinado hasta las lacrimosas “Hermanitas Núñez”, y aquel hit de “… oro que engañaste a la que adoro, una lámpara sin luz…” que ya reventaba con la lira. Una mas alegrona solicitó una voz, “siempre que estoy con mis cuates lo único que quiero es cotorrear… y que bonito es no hacer nada y después de no hacer nada ponerse a descansar…” los dedos del Tenoch se movían a la velocidad del boggie de los setentas-ochentas-
Y como que iba reconociendo el terreno ¡a chinga como que ya pasamos por Las Huertas , por Loma Colorada, por Minas Coyote, las de San Martín, el Tecolote, ahora si que puro barrio machín, mis padrinos ustedes si que se la rifan rifififi … En eso que frenan el llantas de hule. Ya llegamos mi Guitarrista fantasma ahora si que discútete como tú lo sabes hacer… el Fantomas que rasga las cuerdas y se sorbe un trago de “Hornitos” que le sacudió la testa, ¡ahahaha! y comenzó “Yo se que esta noche a la cita no llegaras/ si tienes un nuevo amor de mi cariñó te olvidaras/ te quiero tanto que yo en un momento ya no podre/ acostumbrarme a no verte y estar lejos de ti/ piensa bien a quien quieres o perderá a los dos/ si yo pierdo tu cariño/ solo te pido un favor regálame esta noche/ aunque me finjas amor/ te besare a ciegas para no verte partir/ y al abrir los ojos y no encontrarte pensare/ que todo fue un sueño y que acabo de despertar/ fue un sueño un sueño sueñooo …” Las caras de los compadritos estaban expectantes sobre la ventana de aquella casona cuando de la oscuridad que sale unos perros ladrando como leones que hicieron correr a los desquiciados que interrumpían el sueño del vecindario, y se prendió la luz de la ventana, en la penumbra de la madrugada y el apagado ruido de los grillos y las lechuzas, los seres de la noche, apareció aquella chica, de sonrisa congelada que crispando los dedos tranquilizo a los canes, o me dejan dormir o se los tragan mis fieras déjenme dormir, aquí no va haber azul celeste mi chavos. Mientras la neblina cubrió la calle de aquella cima y un frío invernal pasmo a los visitantes. Que solo atinaron a decir. Vale madres no le gusto tu rola, mi Fantomas, aviéntate otra a ver si hora si complaces a m ni novia dijo entre encabritado el gabagaba… el Guitarrista no lo pensó dos veces y canto “Dicen que yo no te conozco/ que debo estar loco pensando en tu querer/ sabes que estoy ilusionado que no puedo ni dormir/ que me salgo en las noches a contar mi locura/ como aquellas parejas del oscuro jardín/ si me llaman el loco por que el mundo es así/ la verdad es que estoy loco pero loco por tí…” Cuando que la neblina se esfuma en fa, la luna iluminó poderosamente la montaña y la puerta del caserón se abrió arrastrando a los que llevaban “el gallo” de una manera magnética ¿qué pedrox? que los sobrecogía ante la fuerza y la adrenalina hasta el tope y en particular al Guitarrista Fantasma, quien se preguntó para sus adentros y ¿ahora que acción? Pero esa es otra historia…