A Andrés Manuel López Obrador le estalló una bomba en las manos.
Dijo saberlo, pero el domingo la noticia sacudió a la política mexicana.
El Consorcio Internacional de Periodistas reveló que 3 mil mexicanos han enviado su dinero a paraísos fiscales.
No quieren pagar impuestos y allá lo consiguen.
Esos son los paraísos fiscales.
Y ahí aparece Julio Scherer Ibarra, ex consejero jurídico de la Presidencia, amigo de Andrés Manuel e hijo de Julio Scherer García, dueño de la revista Proceso.
Germán Larrea, el magnate de las minas, también está en la lista.
Son poco más de 11 millones de expedientes.
Además de Scherer Ibarra figuran el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, y María Asunción Arámbulo Zabala, empresaria de Grupo Modelo.
También subordinados del ex presidente Enrique Peña Nieto.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) inició una investigación a los mexicanos implicados en los Pandora Papers, según Santiago Nieto, su titular.
“Hemos visto la investigación periodística denominada Pandora papers. La UIF ya inició la investigación en México, cumpliendo con el compromiso del presidente López Obrador de combatir corrupción. Por ello insistimos que es necesario avanzar en identificar beneficiarios finales”, informó Nieto a través de Twitter.
Invertir el billete en paraísos fiscales no configura un delito.
Es más el escándalo moral -si es que la conocen- al ser exhibido como un sujeto sin escrúpulos por buscar mercados en los que su capital no pague impuestos.
Mucho menos en su país de origen.
Fraude fiscal, corrupción y lavado de dinero son los delitos que podrían configurarse, debido a la laxitud con la que operan esos mercados.
Ni firman ni pagan, en la UACMX
En la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACMX), sí esa que creó Andrés Manuel cuando gobernó allá por los dos miles, utilizan toda clase de argucias legaloides para violar el Contrato Colectivo de Trabajo de sus empleados.
Tania Rodríguez Mora, la rectora y amigocha de Claudia Sheinbaum, es acusada por los trabajadores de intransigente y autoritaria.
En la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) su representante se niega a firmar ni hasta el registro de entrada.
Quieren que el aguinaldo y el 3.2 por ciento de aumento salarial se paguen con base en el salario mínimo y no el salario diario integrado.
Por si fuese poco, acusan los trabajadores, el resto de las prestaciones con base en la Unidad de Medida (UMA), la mitad del salario diario integrado.
Así las cosas en la universidad capitalina, de la que egresa ni el 10 por ciento de la comunidad original.
Vámonos: Ayer, el mundo se dio cuenta de cómo ha avanzado la dependencia del celular y de las redes sociales.
Siete horas sin facebook ni WhatsApp provocaron, además del aislamiento virtual, pérdidas multimillonarias en todo el mundo.
Tan sólo para Mark Zuckerberg representó una caída de casi 6 mil millones de dólares.
En México, se calcula que 80 millones de personas -de 130 millones de habitantes- fueron afectadas por la caída de ambos sistemas, aunque son de la misma persona.
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