Estaba un día para variar desbalagado como siempre el Juan Barrancas, listo para cobrarle el impuesto de guerra a la vida, para encontrarle un sentido más cachondo a la existencia o cuando menos nutrir el corazón, la mente, no aburrirse del caos, la cosa era no andar papando moscas, que para eso ni cuesta trabajo, cuando sus pies lo llevaron enfrente de la Catedral de la “Tierra de en medio”, alerta se puso su armadura para los escalofríos, y observo una diáfana y lumínica carpa donde se expandían luces de todos los colores, brillantes cual caleidoscopio, que cegaban, era unos puestos de libros coloridos y refulgentes, que energizaban el lugar, pero, curiosamente, estaba casi despoblado, solo algunas almas, sentadas en el sillerio escuchaban a un ruco bien trajeadito de gris con sus sombrerito de las de acá, barboncillo y mirada maliciosa como si estuviera listo para lanzarse al salón de baila de Los Ángeles, allá por la colonia Guerrero o quizás al Salón Candela por Puente de Alvarado por la colonia Tabacalera para un dance y unos vodkas, pero no, estaba ahí dispuesto junto con otro personaje, nerviozón, narizón mi compa, ya también viejo, pero con voz melodiosa espíritu guerrero, que había presentado al que resultó ser un escritor Chicarcas Chicarcón de la vida y nacido en ¡Quintana Rooockkk!, el maestro Juan Domingo Argüelles, ¡por primera vez por los caminos del Gran Xólotl! quien atrapo la atención del Barrancas, como a muchos que llegarían se aplasto y estuvo escuchando al autor de “Un Instante en el Paraíso” de Editorial Laberinto, si las lagunas mentales no aturden de más, pensó el Barrancas esto está para una parla y la charla fluyo cual esquizoflujo poético y más por “Una historia apócrifa de un texto del emperador Nezahualcóyotl”, del que viene en los huidizos billetes de cien pesos… el Barrancas al término de la conversación con el mundo, una decena de escuchas, se apersonó para escuchar a tan sorprendente autor, cual regalo de la sabiduría andante.
Barrancas siempre fue receloso de las máquinas y más de las actuales que parecía roban el alma en unos cuadritos que no sueltan de la diestra siniestra y se quedan como hipnotizados, le cuestionó de lo que significa el acto de leer hoy a lo que magnánimo Juan Domingo, con su voz gentil le respondió derecha la flecha: “¿El acto de leer? a veces confundimos, la lectura de libros, con la lectura en pantalla, yo creo que es una lectura distinta, Alberto Manguelum, un gran especialista en lectura ha dicho que hay que distinguir entre leer mensajes y leer textos repentistas a leer libros , o páginas de una obra más profunda, entonces lo que ha pasado es que las redes sociales se han apoderado de la atención de las personas y esto los ha apartado de la lectura real de los libros , no quiere decir esto que tenga que evitarse, lo que pasa que lo tenemos que hacer es ser más imaginativos y buscar la manera de que esas personas que leen en redes sociales también se acerquen a los libros, ¿por qué? Porque es evidente que ya no vamos evitar que la gente esté en redes sociales, la realidad es esa, pero lo que si podemos conseguir es hacer que se acerquen a los libros a partir de que los libros sean amenos, que los libros no sean obligados sobre temas que no le interesan, los muchachos sean niños, sean adolescentes, tienen también intereses propios y tenemos que conseguir saber que son interés para acercar a los libros que realmente les importen”.
El gran problema que tenemos actualmente es, siguió la disertación del autor de “Un Instante en el Paraíso”, –que ponía a funcionar los neurotransmisores a gran velocidad del Barrancas—, que les damos a los muchachos libros que necesariamente, no hemos investigado si son de su interés, que queremos que los lean a fuerza, de cosas que no les interesa absolutamente en nada, entonces lo importante es conseguir que esas personas que ya leen que tienen capacidad de lectura se acerquen a los libros a partir de que nosotros conozcamos cuáles son sus gustos”.
Y digo esto , prosiguió con sus libros bajo el brazo Juan Domingo, lunes, martes, miércoles, jueves…, porque una de las cosas muy significativas en la lectura de los jóvenes son los libros como “Harry Potter”, los de vampiros, “Crepúsculo”, que consiguieron atraparlos entonces cuando la personas no solo leen en pantalla , sino también lee en papel, se debe descubrir una vocación que tenía dormida y partir de ahí conseguir que siga leyendo otras cosas”.
No debemos desdeñar las capacidades de lectura de los niños y los jóvenes, conseguir que lean y sigan leyendo lo que les gusta y accedan a una lectura más elevada, pero ya cuando conseguimos que se aficionen a los libros” acotó con unas galleticas que compró a un vatoloco que por cierto compro su libro de editorial Laberinto.
La importancia que tiene la lectura en este caso la lectura en papel, —platicaba al paciente Juan Barrancas—, porque nacimos en la lectura de papel y lo que hemos hecho es migrar a la computadora para nuestras cuestiones de trabajo, pero no es tan sencillo para nosotros leer en pantalla libros, ahora, que es lo que les pasa a los muchachos ellos no conocieron la lectura de los libros en papel como lo más importantes, sino que lo más importante para ellos, son las tecnologías digitales siendo así no podemos obligarlos a dejar las tecnologías digitales, sino usar las tecnologías para leer en papel, ahora ni siquiera es una defensa del papel que tenemos que hacer, sino hacer una defensa del libro, no del papel, sino del libro como tal, si los muchachos consiguen leer en pantalla sería maravilloso, es decir que den el salto de ésta leyendo mensajes en redes a leer capítulos por páginas, a leer libros en la pantalla, esos es lo que tenemos que conseguir porque si no ya tenemos perdida la batalla”.
Yo continuamente y releo cosas que me interesan hay libros, por decir algo los conozco bien y vuelvo a leerlos y los reencuentro, lo más reciente, unas ediciones bilingües de Shakespeare, releí “Hamlet”, “Romeo y Julieta” y acabo de terminar un libro de un poeta mexiquense que se llama Félix Suárez, que se llama “La noche es claridad” la poesía reunida de este poeta mexiquense que es maravilloso, que es uno de los mejores poetas del Estado de México y este libro recoge una antología de su obra, es un libro excelente”.
Las ferias de libros propician, –ya en el epílogo de la conferencia el Gran Juan Domingo expresó al Juan–, ayudan que la gente que va pasando que inclusive no viene dispuesta a comprar un libro, sucede que se detiene encuentra un libro, lo toma en sus manos y despierta el interés en leer” terminó el barbón autor mientras que el Barrancas se alejó a los Arcos para alcanzar el Sol, la cantina bar de sus preferencias, pero esa es otra historia….
Estaba un día para variar desbalagado como siempre el Juan Barrancas, listo para cobrarle el impuesto de guerra a la vida, para encontrarle un sentido más cachondo a la existencia o cuando menos nutrir el corazón, la mente, no aburrirse del caos, la cosa era no andar papando moscas, que para eso ni cuesta trabajo, cuando sus pies lo llevaron enfrente de la Catedral de la “Tierra de en medio”, alerta se puso su armadura para los escalofríos, y observo una diáfana y lumínica carpa donde se expandían luces de todos los colores, brillantes cual caleidoscopio, que cegaban, era unos puestos de libros coloridos y refulgentes, que energizaban el lugar, pero, curiosamente, estaba casi despoblado, solo algunas almas, sentadas en el sillerio escuchaban a un ruco bien trajeadito de gris con sus sombrerito de las de acá, barboncillo y mirada maliciosa como si estuviera listo para lanzarse al salón de baila de Los Ángeles, allá por la colonia Guerrero o quizás al Salón Candela por Puente de Alvarado por la colonia Tabacalera para un dance y unos vodkas, pero no, estaba ahí dispuesto junto con otro personaje, nerviozón, narizón mi compa, ya también viejo, pero con voz melodiosa espíritu guerrero, que había presentado al que resultó ser un escritor Chicarcas Chicarcón de la vida y nacido en ¡Quintana Rooockkk!, el maestro Juan Domingo Argüelles, ¡por primera vez por los caminos del Gran Xólotl! quien atrapo la atención del Barrancas, como a muchos que llegarían se aplasto y estuvo escuchando al autor de “Un Instante en el Paraíso” de Editorial Laberinto, si las lagunas mentales no aturden de más, pensó el Barrancas esto está para una parla y la charla fluyo cual esquizoflujo poético y más por “Una historia apócrifa de un texto del emperador Nezahualcóyotl”, del que viene en los huidizos billetes de cien pesos… el Barrancas al término de la conversación con el mundo, una decena de escuchas, se apersonó para escuchar a tan sorprendente autor, cual regalo de la sabiduría andante.
Barrancas siempre fue receloso de las máquinas y más de las actuales que parecía roban el alma en unos cuadritos que no sueltan de la diestra siniestra y se quedan como hipnotizados, le cuestionó de lo que significa el acto de leer hoy a lo que magnánimo Juan Domingo, con su voz gentil le respondió derecha la flecha: “¿El acto de leer? a veces confundimos, la lectura de libros, con la lectura en pantalla, yo creo que es una lectura distinta, Alberto Manguelum, un gran especialista en lectura ha dicho que hay que distinguir entre leer mensajes y leer textos repentistas a leer libros , o páginas de una obra más profunda, entonces lo que ha pasado es que las redes sociales se han apoderado de la atención de las personas y esto los ha apartado de la lectura real de los libros , no quiere decir esto que tenga que evitarse, lo que pasa que lo tenemos que hacer es ser más imaginativos y buscar la manera de que esas personas que leen en redes sociales también se acerquen a los libros, ¿por qué? Porque es evidente que ya no vamos evitar que la gente esté en redes sociales, la realidad es esa, pero lo que si podemos conseguir es hacer que se acerquen a los libros a partir de que los libros sean amenos, que los libros no sean obligados sobre temas que no le interesan, los muchachos sean niños, sean adolescentes, tienen también intereses propios y tenemos que conseguir saber que son interés para acercar a los libros que realmente les importen”.
El gran problema que tenemos actualmente es, siguió la disertación del autor de “Un Instante en el Paraíso”, –que ponía a funcionar los neurotransmisores a gran velocidad del Barrancas—, que les damos a los muchachos libros que necesariamente, no hemos investigado si son de su interés, que queremos que los lean a fuerza, de cosas que no les interesa absolutamente en nada, entonces lo importante es conseguir que esas personas que ya leen que tienen capacidad de lectura se acerquen a los libros a partir de que nosotros conozcamos cuáles son sus gustos”.
Y digo esto , prosiguió con sus libros bajo el brazo Juan Domingo, lunes, martes, miércoles, jueves…, porque una de las cosas muy significativas en la lectura de los jóvenes son los libros como “Harry Potter”, los de vampiros, “Crepúsculo”, que consiguieron atraparlos entonces cuando la personas no solo leen en pantalla , sino también lee en papel, se debe descubrir una vocación que tenía dormida y partir de ahí conseguir que siga leyendo otras cosas”.
No debemos desdeñar las capacidades de lectura de los niños y los jóvenes, conseguir que lean y sigan leyendo lo que les gusta y accedan a una lectura más elevada, pero ya cuando conseguimos que se aficionen a los libros” acotó con unas galleticas que compró a un vatoloco que por cierto compro su libro de editorial Laberinto.
La importancia que tiene la lectura en este caso la lectura en papel, —platicaba al paciente Juan Barrancas—, porque nacimos en la lectura de papel y lo que hemos hecho es migrar a la computadora para nuestras cuestiones de trabajo, pero no es tan sencillo para nosotros leer en pantalla libros, ahora, que es lo que les pasa a los muchachos ellos no conocieron la lectura de los libros en papel como lo más importantes, sino que lo más importante para ellos, son las tecnologías digitales siendo así no podemos obligarlos a dejar las tecnologías digitales, sino usar las tecnologías para leer en papel, ahora ni siquiera es una defensa del papel que tenemos que hacer, sino hacer una defensa del libro, no del papel, sino del libro como tal, si los muchachos consiguen leer en pantalla sería maravilloso, es decir que den el salto de ésta leyendo mensajes en redes a leer capítulos por páginas, a leer libros en la pantalla, esos es lo que tenemos que conseguir porque si no ya tenemos perdida la batalla”.
Yo continuamente y releo cosas que me interesan hay libros, por decir algo los conozco bien y vuelvo a leerlos y los reencuentro, lo más reciente, unas ediciones bilingües de Shakespeare, releí “Hamlet”, “Romeo y Julieta” y acabo de terminar un libro de un poeta mexiquense que se llama Félix Suárez, que se llama “La noche es claridad” la poesía reunida de este poeta mexiquense que es maravilloso, que es uno de los mejores poetas del Estado de México y este libro recoge una antología de su obra, es un libro excelente”.
Las ferias de libros propician, –ya en el epílogo de la conferencia el Gran Juan Domingo expresó al Juan–, ayudan que la gente que va pasando que inclusive no viene dispuesta a comprar un libro, sucede que se detiene encuentra un libro, lo toma en sus manos y despierta el interés en leer” terminó el barbón autor mientras que el Barrancas se alejó a los Arcos para alcanzar el Sol, la cantina bar de sus preferencias, pero esa es otra historia….