WASHINGTON, Méx.- El gobierno del presidente Donald Trump fue hoy objeto de una demanda legal por haber discriminado e ignorado los procedimientos de ley al poner fin al programa de acción diferida DACA, en coincidencia con el vencimiento del plazo de reinscripción de 154 mil “dreamers”.
La demanda, presentada por la organización de defensa de los migrantes, Casa Maryland, sostiene que el fin del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) fue motivado por un “ánimo racista” por parte del presidente contra los mexicanos y centroamericanos beneficiarios de esa iniciativa.
“Nuestra demanda busca restablecer el programa DACA (…) También queremos que el gobierno federal mantenga su promesa de que la información presentada por los ‘dreamers’ en sus solicitudes de DACA, será mantenida privada y no usada contra ellos”, señaló el presidente de la organización, Gustavo Torres.
Hasta el miércoles, la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios (USCIS) había recibido e iniciado la tramitación de unas 118 mil solicitudes de renovación, por lo cual unas 36 mil estaban pendientes antes del vencimiento del plazo, la medianoche de este jueves.
Una parte de los “dreamers” que no presentó la renovación corresponde a aquellos que lograron regularizar su situación migratoria, aunque varias organizaciones denunciaron que muchos de los beneficiarios no pudieron recolectar los 495 dólares del costo de la reinscripción por persona.
Un grupo de 38 senadores demócratas pidió a la secretaria interina del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Elaine Duke, una extensión del plazo debido al factor económico y a los recientes desastres naturales en Puerto Rico, Texas y Florida.
Pero el DHS sólo aceptó ampliar el plazo para los “dreamers” residentes en Puerto Rico y las Islas Vírgenes, alrededor de 20 beneficiarios, y evaluar otras solicitudes caso por caso.
“Hoy es un día triste para Estados Unidos”, aseveró la presidenta del Grupo Legislativo Hispano de la Cámara de Representantes, Michelle Lujan Grisham, que aglutina a una treintena de legisladores demócratas.
“Instamos a los republicanos de la Cámara de Representantes a hacer a un lado la política partidista y unirse a nosotros para pedir un voto de la bipartidista iniciativa de ley Dream”, señaló.
La iniciativa de Ley Dream, aprobada en 2010 en la Cámara de Representantes pero no en el Senado, abre la puerta a la naturalización de los denominados “dreamers” después de un periodo de espera.